Los productores madrileños abandonan FAPAE
AMA, la asociación más grande del sector, acusa a su patronal de "no tener objetivos de futuro y funcionar desde la improvisación"
Ayer, tras siete meses esperando respuestas del nuevo presidente de FAPAE, Ramón Colom, la Asociación Madrileña Audiovisual (AMA) decidió en su Junta General Extraordinaria abandonar FAPAE, la Confederación de Productores Audiovisuales Españoles, resumiendo, la patronal de los productores, la organización madre.
La presidenta de AMA, Puy Oria, se lo ha comunicado hoy a Colom y ha justificado su decisión en la falta de iniciativas de su asociación madre, en la que entraron en 2009: "Esta Confederación no está manteniendo un espíritu de unidad en la defensa de nuestro cine, además de no tener diseñada una hoja de ruta y de actuación conjunta a plantear ante organismos e instituciones, en un momento tan delicado para el sector audiovisual como el actual".
La Asociación Madrileña Audiovisual es la más grande del sector, ya que la conforman 44 empresas. PROA, que agrupa a las productoras catalanas, mueve más negocio, pero es que a su vez está conformada por cinco asociaciones. PROA entró en FAPAE a inicios de 2013. Según Oria "esta decisión está motivada por no encontrar en FAPAE unos objetivos de futuro acordes con la situación por la que atraviesa el sector de la producción, tanto en Madrid como en el resto del Estado, y comprobar que, sobre todo en los últimos meses, el funcionamiento de la Confederación está basado en la improvisación y genera una serie de malentendidos que provocan una mala imagen pública del sector, así como un malestar a nivel interno en la propia Confederación". Con ello se refiere al proceso de vaciado que Colom ha realizado en los últimos meses, en los que ha despedido a la directora general, Fabia Buenaventura, y a otros dos miembros del organigrama de FAPAE, a la vez de ponerse un sueldo -hecho inédito hasta el momento- de 40.000 euros.
Hace unos días el productor Eduardo Campoy le envió al presidente de FAPAE una carta privada (hecha rápidamente pública) en la que le reprochaba su modo de gestión de FAPAE, además de acusar al actual presidente de prepotente, inoperante e incapaz y de haber cometido serios errores en la reorganización de la confederación. Colom respondió el martes que él quería "integrar a todo el mundo", por eso le pidió que "nadie ponga problemas a otros: los quiero a todos aquí, no únicamente a los de Madrid". Pues ni los de Madrid.
Puy Oria asegura por teléfono que sabe que no es buen momento. "No hay conexión entre nuestra decisión y la carta de Campoy, pero ¿cuándo es el momento? Había que hacerlo. Colom lleva desde diciembre en al presidencia, no es una decisión tomada de repente". Y espera que haya "un nuevo enfoque renovador, basado en la transparencia". Porque además "se está vaciando una estructura sin construir la nueva". ¿Le seguirán los pasos otras asociaciones? ¿Habrá FAPAE B? "Yo solo puedo hablar por AMA", responde Oria.
Ramón Colom, también en charla telefónica, espera convencer a AMA "de que no cometan este error". Solo espera sentarse a "hablar, hablar, hablar". Y sigue: "Por supuesto estoy en desacuerdo con la medida, pero prefiero no decir más cosas, porque aún creo que se puede reconsiderar". Cree que "la única fuerza de los productores es la unidad, como se ha demostrado con el impuesto catalán a las telecos para financiar el cine, que se obtuvo gracias a una única voz".
Y todo esto cuando el Gobierno aún debe a los productores las ayudas automáticas concedidas en 2012 de 40 millones (lo que tanto Puy como Colom califican como un "problema gravísimo"), y que no se pueden cubrir con el presupuesto este año del Fondo de Garantía Cinematográfica, y se está discutiendo el posible -poco probable- incremento de las desoladoras exenciones fiscales propuestas por el Ejecutivo de PP en la Ley de la reforma fiscal.
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