Batman, por Bill Finger
David Hernando, erudito en el personaje, explica la importancia en su génesis de este guionista
Nadie sabe quién es. Pero todo el mundo conoce su obra.
Batman es uno de los personajes más reconocidos e importantes de la cultura popular de nuestro tiempo. Con 75 años recién cumplidos, el caballero oscuro ha arrasado en los cómics que le vieron nacer, así como en cine, televisión, animación y videojuegos. El símbolo del murciélago es a día de hoy un icono cultural en el que todo el mundo reconoce a Batman. Sin embargo, Bill Finger, su auténtico creador, ha permanecido en el más absoluto de los anonimatos hasta ahora.
Bill Finger nació en 1914 y tras ver frustrados sus sueños por la Primera Guerra Mundial, después de pasar la gripe española, un brote de escarlatina y la crisis económica de 1929, se resignó a aceptar trabajos temporales uno tras otro, sin atisbo de futuro. Si durante el día vendía zapatos, por la noche dejaba volar la imaginación con libros o películas. Su mayor sueño era escribir, pero carecía de contactos y de recursos... al menos, hasta que conoció a Bob Kane, vecino del barrio que dibujaba para la editorial DC Comics. Kane, cuyo mayor talento siempre fue descubrir el talento ajeno, enseguida se percató de lo valioso que podría ser Finger. A su vez, Bill vio en Bob la puerta hacia lo que siempre había soñado: Kane le propuso formar equipo y tras algunas colaboraciones llegó el momento que ninguno de los dos podía prever: Superman apareció por primera vez. Y lo cambió todo.
En junio de 1938, el hombre de acero supuso un éxito arrollador e instantáneo. De nuevo, esto fue algo que a Kane no le pasó desapercibido. En una reunión con su editor se enteró del dinero que ganaban Jerry Siegel y Joe Shuster, creadores de Superman, y de las ventas millonarias del personaje, y supo sin atisbo de duda que era eso lo que había estado buscando toda su vida. Le prometió a su editor un nuevo superhéroe para el lunes siguiente, corrió a casa para hacer unos bocetos de un hombre pájaro con alas de murciélago, antifaz y traje rojo, y salió disparado a ver a Finger para que escribiera el guion.
Pero Finger no se limitó a escribir. Propuso cambios en el diseño de Kane a sabiendas de que una creación desde cero era lo que siempre había anhelado. Como la base sobre la mesa era Superman, Finger se decantó por algo totalmente opuesto: si Superman representaba la luz, era alienígena e iba con la cara descubierta, el suyo sería oscuro, humano y llevaría una capucha. Al desechar las ideas originales de Kane, Finger modificó las alas por una capa cuyos bordes recordaran a un murciélago, añadió guantes para no dejar huellas y hasta creó la identidad civil de Bruce Wayne. Cuando Bill Finger y Bob Kane crearon a Batman, no podían imaginarse que estos personajes seguirían presentes en la mente de medio mundo, pero lo que resulta difícil de imaginar es cómo Bob Kane fue capaz de no mencionar nunca a Finger cuando presentó la idea ante la editorial y firmó su contrato en solitario.
Hoy este gran olvido se repara en parte. En la portada del nuevo Detective Comics # 27 que conmemora el aniversario, una nueva firma aparece. La firma de Bill Finger. Ya solo falta que a esta le acompañe el título de cocreador. Pero la tónica habitual con este guionista ha sido ignorarlo, pese a las creaciones que añadió Finger, como el Comisario Gordon, Joker, Robin, Dos Caras, Acertijo, Catwoman, Pingüino o la ciudad de Gotham, jamás vio su nombre impreso en un cómic del personaje.
Finger escribió al héroe durante 25 años, hizo guiones para televisión (incluso dos capítulos de la serie de los años sesenta de Batman) y creó otros personajes de cómic, pero se notaba que su mayor explosión creativa iba siempre asociada al Caballero Oscuro. Cuando murió en 1974, algunos lectores eran conscientes de su valía pero no ha sido hasta bien entrado el siglo XXI que más gente aboga por el reconocimiento a Bill Finger, como en la convención de cómics de San Diego donde se entrega cada año un premio al mejor guionista dedicado a su nombre. El propio Kane llegó a declarar, 15 años después de la muerte de Finger, que su antiguo amigo debería haber tenido crédito y que de haberlo sabido entonces, habría pedido incluir su nombre. Aunque no hay que olvidar que Bill tiene su parte de culpa al no haberse impuesto cuando pudo, el desagravio que le hizo Bob Kane se mantiene como una de las grandes injusticias del mundo literario contemporáneo.
David Hernando fue editor de Batman durante seis años y autor del libro sobre Bill Finger Batman. Serenata nocturna.
Babelia
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