Pompas de realidad
Se centra en el estrés postraumático de un soldado inglés tras la II Guerra Mundial
Cuando no se tiene muy claro el tono, tratar de modo sencillo lo más complejo y ofrecer complejidad a lo más sencillo puede ser una táctica. Sobre todo cuando al carácter solemne de la historia le acompaña la peligrosa variante de que esté basada en hechos reales difícilmente explicables desde el punto de vista de las reacciones humanas, y que, en aras de la fidelidad, no se puedan cambiar (¿o sí?). Justo lo que le ocurre a Un largo viaje, en la que se narra, a caballo entre dos épocas, el estrés postraumático de un soldado inglés tras la Segunda Guerra Mundial y su relación con el japonés que lo torturó. Una película en la que Jonathan Teplitzky aplica vehemencia a la profundidad e intensidad al dolor, lo que provoca que nos acordemos de su película hermana, El puente sobre el río Kwai, de una demoledora complejidad inspirada en la sencillez.
UN LARGO VIAJE
Dirección: Jonathan Teplitzky.
Intérpretes: Colin Firth, Nicole Kidman, Stellan Skarsgård.
Género: drama. Australia, 2013.
Duración: 116 minutos.
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