El autorretrato de la abadía de Buckland era de Rembrandt
La tela valorada en 37 millones de euros ha sido autenticada por expertos holandeses y británicos
La firma de Rembrandt (1606-1669) vuelve a la carga. Una tela del maestro holandés del Siglo de Oro, fechada en 1635, y sobre cuya autoría pesaban dudas, acaba de ser autenticada por expertos británicos y holandeses. Titulada Autorretrato con gorro y pluma blanca, pertenece al English National Trust (equivalente al Patrimonio Nacional) desde 2010, y está expuesta en la abadía de Buckland (Devon, Inglaterra). Como sucede con otras obras del pintor, dueño de un taller con alumnos muy aventajados, durante casi 50 años se creyó que no era suyo. Dos análisis exhaustivos, efectuados en ambos países, han llegado ahora a la conclusión de que la firma es genuina. Con la autoría viene una nueva tasación calculada en unos 30 millones de libras (unos 37 millones de euros).
Las dudas sobre el cuadro se remontan a 1968, y salieron del Proyecto Rembrandt, la mayor empresa dedicada a rastrear la autoría del artista por el mundo. Horst Gerson, un historiador germano-holandés del arte, trabajó en un catálogo razonado sobre la producción de Rembrandt, un texto de consulta que luego revisó a la baja: en 1968, los 639 cuadros hasta entonces atribuidos al maestro quedaron reducidos a 419. Uno de los caídos fue precisamente el autorretato recuperado por uno de sus colegas, Ernst van de Wetering, director del propio Proyecto Rembrandt. Y también por el Instituto británico Hamilton Kerr, de Cambridge. Parte del Museo Fitzwilliam de la ciudad universitaria se ocupa de mantener los cuadros de su colección y educar a los conservadores.
Se dudaba de ‘Autorretrato con gorro y pluma blanca’ desde 1968
Van de Wetering, que rastreó durante décadas el catálogo de Gerson en busca de rembrandts ocultos, concluyó en 2012 que era auténtico. Para confirmarlo, el National Trust remitió la tela al Instituto Hamilton Kerr, que lo ha sometido a pruebas de reflectografía infrarroja para ver las capas profundas del lienzo, analizado los pigmentos y limpiado las capas de barniz. Ocho meses de trabajos han servido para que la obra recupere su firma, “con los colores originales usados por el artista y después de obtener una imagen tridimensional de la tela”, según el instituto. Los resultados han sido remitidos a Van de Wetering, que se ha mostrado satisfecho. “Aunque estaba seguro de que era de Rembrandt, quería un estudio y limpieza mayores de los realizados hasta la fecha”, ha dicho.
A pesar de su nueva y ventajosa tasación, la obra no está en venta
A pesar de su nueva tasación, el cuadro no está en venta. Su dueña original, Lady Samuel of Wych Cross, era la esposa del barón del título, un conocido coleccionista de maestros holandeses. A su muerte, en 2008, las obras pasaron al National Trust, que las derivó luego a la abadía. El autorretrato tiene un comprador aún más antiguo. Se trata del príncipe Joseph-Wenzel von Liechtenstein (1696-1772), que lo adquirió creyendo que era auténtico. La abadía de Buckland posee en conjunto 13.500 obras de otros autores y fue el hogar de Sir Francis Drake. El corsario inglés que llegó a ser vicealmirante de la Marina británica en el siglo XVI, una época de luchas entre Inglaterra y España. Para el centro, la aventura del cuadro, que ha pasado de 20 a 30 millones de libras en cuestión de horas, ha valido la pena. “Ha sido fascinante y ahora esperamos que la gente venga a verlo”, ha declarado Jez McDermott, su gerente.
A vueltas con el genio holandés
Con un enfoque cronológico y temático, el Proyecto Rembrandt ha aprovechado desde 1968 la evolución de las técnicas de investigación pictórica para recuperar cuadros antes atribuidos a sus alumnos o imitadores.
Ha habido casos sonados, como el de una plancha de cobre titulada El joven Rembrandt como Demócrito, el filósofo sonriente. Ofrecida en 2007 en una subasta en Inglaterra por 1.100 euros, se vendió por 3,1 millones.
El olfato del dueño era tan fino, que un año después, el expertop Ernst van de Wetering, responsable del Proyecto, lo certificó como auténtico.
En 2005, el experto ya había adjudicado al artista Estudio de una mujer con cofia blanca, Estudio de una plañidera, Estudio de anciano con barba y Estudio de anciano de perfil.
En 2011, ocurrió lo mismo con Retrato de anciano con barba, propiedad de un coleccionista.
Babelia
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