Cultura digital y rentabilidad: una compleja misión
La industria se plantea sus posibilidades en la Red en un ciclo de conferencias en Madrid Un estudio revela que la oferta real en Internet ha crecido un 50% en los últimos cinco años
Hace ya un cuarto de siglo que navegamos online. Internet ha invadido la vida, el trabajo, hasta los móviles de los seres humanos. Sin embargo, pese a ser ya pan de cada día, la Red sigue guardando sus misterios y atrapando a muchos de los que se aventuran por ella. Por ejemplo, a la industria cultural. El sector lleva años preguntándose cómo conjugar su negocio tradicional con el digital y “no morir en el intento”, por usar las palabras de José Luis Hervías. El director ejecutivo de Universal Pictures España fue uno de los que ayer trataron de ofrecer respuestas, en el marco de la segunda edición del ciclo de conferencias Cultura en Red, organizado por la multinacional de comunciaciones Bertelsmann en Madrid.
La jornada inaugural de la cita, que continúa hoy, fue la ocasión para la presentación de un estudio sobre la oferta legal de contenido cultural online en España. El informe, realizado por el profesor Francesco Sandulli, de la Universidad Complutense de Madrid, proporciona números, esperanzas y algún que otro elemento de preocupación. Así, la oferta cultural digital ha crecido en España un 50% a lo largo de los últimos cinco años, según el estudio. Es decir, los portales de libros, películas, videojuegos y música online se han multiplicado a la vez que sus catálogos.
Sin embargo, un vistazo a la facturación deja menos razones para el optimismo. En la música, por citar al sector que más se ha volcado en el entorno digital, la recaudación del negocio online representa ya el 40% del total, y aun así está lejos de compensar la caída en picado de las ventas tradicionales. Y en vídeos, libros y videojuegos la facturación digital a duras penas supone un 5% o 6% de sus ingresos totales.
Ante tamaño escenario, José Luis Sainz, presidente ejecutivo de Prisa Noticias y consejero delegado de EL PAÍS, indicó la hoja de ruta, al menos en los que a los medios de comunicación se refiere: “Hay un cambio radical que viene de fuera de la industria, de los usuarios, y no contamos con un modelo de negocio apropiado. Hemos de tener claro que no somos distribuidores ni innovadores, pero sí somos referentes y prescriptores”. Al fin y al cabo, la apuesta por la calidad de los contenidos y por las marcas de referencia se repitió a lo largo de las intervenciones, que también identificaron los enemigos comunes de siempre: la gratuidad y la piratería.
La oferta cultural digital ha crecido en España un 50% a lo largo de los últimos cinco años
En un país que hasta hace tres años estaba incluido en la lista negra que publica anualmente Estados Unidos, Luis Elías, secretario general del grupo Planeta, considera que el problema principal es de educación del usuario. “La gente no acaba de valorar socialmente a los creadores de contenidos. No puede ser que por cada e-reader que es adquirido en España, excluyendo las tabletas, se venda una media de 0,6 libros electrónicos”, asegura.
A ello se suma, según los presentes ayer, un marco de regulación insuficiente para la batalla contra los piratas. De ahí que la conferencia fuera también una ocasión para criticar el anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual —que está siendo debatido por el Parlamento— y sugerir algunos cambios. Otro tanto ha hecho precisamente hoy la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, al cuestionar una de las grandes novedades del texto, la llamada tasa google (que obligaría a portales como Google News a pagar una remuneración equitativa a los editores de web y periódicos por agregar sus contenidos sujetos a derechos de autor).
Entre piratería y nueva normativa —no una sino “la” ley, como la bautizó Elías, sosteniendo que si fracasa quizás cuando se aprueben otros cambios sea demasiado tarde para la industria—, el sector evitó la autocrítica y el propio Elías presumió: “No creo que nadie pueda atacar a la industria cultural de este país por no haber hecho esfuerzos por innovar”. Aun así, y con unas cuantas respuestas más, sigue en el aire la gran pregunta que la moderadora, la periodista Susanna Griso, lanzó al final: ¿cuándo va a ser rentable el negocio cultural digital? Habrá que ver. Misterios de la Red.
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