Joseph Pérez: “Cisneros es el mayor hombre de Estado que tuvo España”
El último libro del hispanista, 'Cisneros, el cardenal de España', reivindica la figura del estadista
Las primeras líneas del último libro de Joseph Pérez no ofrecen una lección de Historia, sino de ética. “Esta no es una nueva biografía de Cisneros. La que publicó [José] García Oro hace veinte años, completada luego por varios trabajos del mismo autor y de otros investigadores, no ha sido superada”, escribe, como si el interés por ser honesto con el trabajo ajeno pesara más que el interés por defender el propio.
De igual modo que no disimula los méritos de otros, tampoco esconde sus debilidades. Pérez, que ha escrutado vidas y obras de emperadores (Carlos V) y reyes (Isabel I, Felipe II), admira a un cardenal por sus miras de hombre de Estado en un tiempo en que reyes y nobles miraban antes hacia los asuntos particulares que a los colectivos.
Si en algún momento los historiadores se permiten el lujo de tener héroes, no hay duda de cuál escogería el autor de Crónica de la Inquisición en España. Ayer, mientras realizaba apresurados balances de sí mismo, volvía a ensalzar a Cisneros entre todos: “Es el mayor hombre de Estado que ha tenido España. Desgraciadamente llegó viejo y tarde... pero es el mejor”. En marzo, durante su visita a Madrid para presentar la biografía del cardenal, incluida dentro de la colección de Españoles Eminentes que coeditan la editorial Taurus y la Fundación Juan March, avanzaba en una idea: “Si Cisneros hubiera vivido diez años más, el panorama de España hubiera cambiado radicalmente”.
Tal vez menos dura habría sido la caída. Tal vez las derivadas no habrían desembocado en esa leyenda negra que Joseph Pérez ha destripado hasta desmontar. “En la Europa de los siglos XVII y XVII, España por ser católica y latina ha tenido fama de estar postergada y sufrir una maldición. Pero esto ahora está superado”, subrayaba ayer por teléfono.
Mucho se sabe de la madurez de Cisneros y mucho se ignora de la juventud. “Cabría decir de él lo que se ha dicho de Sócrates: nació viejo y no tuvo infancia”, escribe en el ensayo. Ni siquiera se puede precisar con exactitud el año de su nacimiento. La documentación prolifera a partir de 1492, cuando ya es el confesor de la reina Isabel.
“Me llaman la atención las diferencias entre la presentación de Cisneros en Francia y en España. En Francia es un modelo de gran estadista, mientras que en España se consideraba el gran político a Fernando el Católico. Aquí a Cisneros se le quiere poner en las alturas, como un santo. A partir del XIX cambia la manera de verle, y ahora tiene una gran valoración”, compara.
Cisneros, que en 1495 es nombrado arzobispo de Toledo, fue regente durante dos breves etapas a comienzos del siglo XVI. Su visión política choca con la de los monarcas.“Se le podría considerar progresista en el sentido de la defensa del bien común, la res publica, y el intervencionismo del Estado en los intereses económicos, de ahí su preocupación por asuntos de agricultura o fiscalidad. Todo un ideario político de signo moderno, todo lo que en Francia se desarrolla a partir del siglo XVII”, plantea.
Sus mayores logros humanistas son conocidos: la fundación de la Universidad de Alcalá de Henares o la creación de la Biblia Políglota Complutense. Pero también su biografía tiene aspectos controvertidos: su ferocidad con los musulmanes de Granada, sus tiempos de inquisidor general. “En Granada procede con fuerza y brutalidad. Hay una distinción entre la actitud que toma con los musulmanes y con los judíos. A estos los considera parientes de los cristianos, con elementos en común, mientras que rechaza todo lo islámico y procede a la quema de coranes”.
Mejor juicio le merece a Joseph Pérez su etapa en la Inquisición. “No fue tan fanático como se ha dicho, es un hombre con una visión militarista, de cruzado, pero al mismo tiempo trata de acabar con los excesos de la Inquisición en Sevilla”.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.