Caza al hombre con versos de Lope
Carmen Ruiz y Macarena Gómez encarnan a 'Las dos bandoleras' dirigidas por Carme Portaceli La comedia del dramaturgo se trufa de fragmentos de otra de sus obras, 'La serrana de la Vera'
Esta es la historia de dos hermanas que, abandonadas por sus parejas y condenadas por una sociedad que las considera poco nobles, deciden tomarse la justicia por su mano. ¿Cómo? “Por la ofensa de dos hombres/ morirán más de quinientos”. Las vengadoras podrían ser personajes de Tarantino, pero son sus tatarabuelas. Teresa e Inés, salidas de la mano de Lope de vega, son las serranas que siembran el terror en Las dos bandoleras. En la versión de Marc Rosich dirigida por Carme Portaceli las dos justicieras toman el cuerpo de Carmen Ruiz y Macarena Gómez, conocidas caras del cine y la televisión. La ironía volcada sobre el personaje del rey Fernando, y el decisivo giro final, que huye del “y fueron felices…”, terminan de quitar el poco polvo que pudiera haber quedado sobre el texto en esta coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y la Factoria Escènica Internacional.
Información útil
Las dos bandoleras, de Lope de Vega. Versión de Marc Rosich. Dirección de Carme Portaceli. Con Carmen Ruiz, Macarena Gómez, Helio Pedregal, Gabriela Flores, Llorenç González, Albert Pérez, David Luque, David Fernández Fabu, Álex Larumbe.
Dónde: Teatro Pavón, calle de Embajadores, 9, Madrid.
Cuándo: del 8 de mayo al 8 de junio. Martes y domingos a las 19:00; miércoles, jueves, viernes y sábados a las 20:00.
En 1630, dos mujeres “burladas” que dejan la casa familiar para cobrar su deshonra asesinando a todos los hombres que puedan podían difícilmente convertirse en heroínas. El “Fénix de los ingenios” lo hizo. Portaceli (Els baixos fons, Prometeu…) se atribuye una tan solo una pequeña parte de la actualización de la obra que estará entre el 8 de mayo y el 8 de junio en el Teatro Pavón de Madrid: “La tradición consideraba que las mujeres serranas eran varoniles y brutales, pero él las salva, porque les da una razón para lo que hacen”.
La traición de dos hombres que les engañan con ideas de amor y matrimonio, la furia y la tristeza de un padre que amenaza con matarlas… y el imaginario de otra justiciera: la mítica serrana de la Vera. La leyenda de esta mujer deshonrada que asesina a hombres en las sierras de Plasencia está presente en la obra no solo a través de las referencias textuales de las hermanas. Portaceli y Rosich han introducido pasajes de La serrana de la Vera, también de Lope —interpretada por Gabriela Flores y Llorenç González— , como materialización de la precursora de los escarceos de Teresa e Inés.
Los montes y caminos han sido estilizados por la escenografía de Paco Azorín, y la atmósfera contagiada de los ritmos electrónicos de Jordi Collet. Pero entre el vestuario de Antonio Belart (un uniforme falangista para el padre, chaquetas de cuero o trajes de camuflaje no muy lejanos para los soldados) se cuela algún traje de época, y hay esgrima. Mucha. Las luchadoras lo son de verdad y sudan el papel. “Es lo que más respeto me daba de la obra. Si dices mal el verso solo te perjudicas a ti, pero en esgrima peligra el cuerpo del compañero. Pero lo mejor ha sido ver a tres chicas con espadas”, explica Macarena Gómez (Las brujas de Zugarramurdi, La que se avecina). Carmen Ruiz (Con el culo al aire, la vida inesperada) espantó el fantasma del verso preparándose durante cuatro meses antes de comenzar los ensayos, y ahora se pelea con la escenografía, una plataforma inclinada y tres rocas doradas “de difícil acceso”: “El esfuerzo físico que hacemos en esta obra es enorme”.
Vídeo promocional de 'Las dos bandoleras', de Lope de Vega.
Las actrices no creen que la honra tan presente en la sociedad del Siglo de Oro y su teatro, alargue la distancia entre el público y sus personajes. “Ante todo estas dos mujeres se rebelan ante lo que está pasando por necesidad. No pueden buscar a los hombres que las han engañado porque las van a matar, ni pueden volver a casa porque las mata el padre. Y no es tan lejano”, defiende Ruiz. La directora recuerda la moción que ha sacado adelante el Parlamento murciano para permitir a las adolescentes embarazadas no ir a clase para evitar “la vergüenza” de “acudir a clase en ese estado”. Portaceli ruge: “¿Pero de qué hablan?¿Y por qué al padre no lo mandan a su casa? No estamos tan lejos del Siglo de Oro en muchas cosas”.
Babelia
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