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Los herederos de Picasso exigen la reapertura del museo en París

El Gobierno retrasa la reinauguración, prevista para junio, hasta otoño Claude Picasso, hijo del pintor, monta en cólera: “Francia pasa de mi padre”

Claude Picasso, ante la obra 'Tres personajes'.
Claude Picasso, ante la obra 'Tres personajes'. afp

El legado de Pablo Picasso y su relación con Francia, el país de adopción del pintor, han generado dos enfrentamientos simultáneos entre los herederos del genio malagueño y el Estado francés. Claude Picasso, hijo de Picasso y Françoise Gilot, se ha declarado “escandalizado y muy preocupado” por el retraso de la reapertura del Museo Picasso de París, que estaba prevista para junio y que el Gobierno socialista ha decidido retrasar hasta septiembre. El legatario y administrador de la obra picassiana afirma en Le Figaroque “Francia pasa” de su padre, y añade que Aurélie Filippetti, la ministra de Cultura, “no tiene la menor voluntad de abrir el museo”, cerrado por reformas desde 2009.

Al mismo tiempo, un colectivo de artistas e intelectuales ha enviado una carta a Manuel Valls, primer ministro, y a Anne Hidalgo, alcaldesa de París, reclamando al Estado y al Ayuntamiento que salven la casa-estudio donde Picasso pintó el Guernica, en el número 7 de la calle Grands Augustins. El manifiesto reclama que se declare bien de interés artístico el edificio antes de que sus dueños se lo cedan a un grupo inmobiliario que, según los firmantes, quiere construir en él un hotel de lujo.

Claude Picasso, representante de la familia Picasso en el consejo de Administración del Museo Picasso de París, ha explicado que se ha reunido con la ministra de Cultura para intentar convencerla de que la pinacoteca debe reabrir en junio, pero que Filipetti se negó. “Me dijo que no podía porque no tiene vigilantes, y sostuvo también que las obras se habían retrasado. Pero las obras se han entregado en la fecha prevista, es decir, el martes pasado”, dice el hijo de Picasso.

El estudio donde pintó el ‘Guernica’ podría convertirse en un hotel de lujo

El heredero cuenta que Filipetti se negó a acompañarle a visitar las instalaciones del museo, y deduce que la ministra “no tiene ningunas ganas de abrir el museo”. “Me están mareando, y tengo la impresión de que Francia pasa de mi padre y también de mí”, concluye.

Claude Picasso quiere además que el ministerio se comprometa por escrito a que la directora del museo seguirá siendo Anne Baldassari, al frente desde 2005, y afirma que ha pedido ayuda al presidente François Hollande, sin éxito, y que su “última esperanza” es Manuel Valls, primer ministro e hijo del pintor catalán Xavier Valls, aunque este todavía no le ha contestado.

El fondo de la cuestión, según explica una fuente cercana al museo, es el choque personal entre Baldassari y Filippetti, dos mujeres de carácter fuerte que no logran ponerse de acuerdo en nada. Según esta fuente, Filippetti quiere desembarazarse de Baldassari, y amenaza con convertir al museo en un satélite del Centro Georges Pompidou. Pero Claude Picasso se niega a ambas cosas: “Si el ministerio está enfadado con Baldassari, yo lo estoy con Filipetti. La reapertura debía ser una fiesta inédita. La han convertido en una catástrofe”.

El heredero está tan enfadado que amenaza al Estado francés con revertir la donación de la colección de arte que atesoraba su padre si se confirma “el rumor” de que el museo Picasso se integrará en el Pompidou. Si esto sucediera, el gran perjudicado podría ser el artista español Miquel Barceló, que ha sido invitado por Baldassari a realizar la primera gran exposición temporal del nuevo Museo Picasso. El pintor, que no quiere entrar en la polémica, cree que el museo “abrirá en otoño, y no ahora”, y afirma que espera poder exponer en la primavera de 2015.

Inaugurado en 1985 y situado en el barrio del Marais, en un edificio llamado Hôtel Salé, el Museo Picasso cuenta con más de 5.000 piezas originales que forman la mayor y la mejor colección mundial del artista. A las donaciones que hizo la familia para crear la pinacoteca su sumaron más tarde la de Jacqueline Picasso, igualmente excepcional. Antes de la bronca, Claude Picasso había ofrecido al museo una nueva y doble donación muy valiosa: varios documentos de Dora Maar sobre la creación del Guernica, y un importante cuaderno de dibujos.

Antes de la bronca, la familia había ofrecido una nueva y doble donación

La renovación y ampliación del museo, que ha costado 31 millones de euros, se ha financiado en parte con una veintena de exposiciones temporales de la colección, que en los últimos cinco años ha visitado trece países distintos.

En paralelo a la polémica sobre el museo, otro contencioso amenaza con llevarse por delante para siempre el Granero del número 7 de la calle de los Grands Augustins. Picasso vivió en los dos pisos superiores de ese edificio entre 1937 y 1955, y allí fue donde pintó el Guernica, que se expondría por primera vez en 1938 en la Exposición Internacional de París. La asociación Opinion Internationale ha lanzado una campaña para exigir al primer ministro y a la alcaldesa de París que clasifiquen con urgencia el lugar como bien de interés cultural y de la memoria el edificio.

La carta, firmada por docenas de artistas, intelectuales y profesionales, recuerda que el Granero está cerrado desde noviembre pasado porque su propietario, la Cámara de los Ujieres de Justicia de París, expulsó al Comité Nacional para la Educación Artística, que había reformado el edificio en 2002 y que realizaba allí todo tipo de actos culturales.

Aunque los herederos de Picasso se habían ofrecido a financiar una fundación, los dueños parecen preferir una opción más prosaica: ceder el edificio para un hotel de lujo. La carta enfatiza que el Estado clasificó de urgencia como bien de interés cultural hace unos años un restaurante de los Campos Elíseos, y animan a Valls e Hidalgo, dos franceses de origen español “que siguieron los pasos de Picasso”, a presionar para que la comisión de patrimonio haga lo propio el próximo 13 de junio con este “lugar único de la historia del arte”.

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