Lecciones danesas
He visto Borgen (ya en DVD), el tercer gran éxito de la televisión danesa tras Forbrydelsen y Bron / Broen. El título alude, coloquialmente, a Christiansborg, sede del Parlamento danés, y la serie trata de intrigas políticas, de idealismo y corrupción, de pactos de poder, y de los manejos de la prensa sensacionalista, entre muchos otros asuntos de ahora mismo y me temo que de siempre. A todo el que disfrutó con El ala oeste de la Casa Blanca le encantará Borgen,un relato tenso, complejo y apasionante, en clave coral, con una veintena de personajes fijos, espléndidamente dibujados e interpretados, en torno a su protagonista, Birgit Nyborg (Sidse Babett Kudsen), la primera mujer que alcanza la presidencia de su país. Detalle curioso: como la naturaleza suele imitar al arte, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt ocupó el mismo puesto justo un año después de emitirse la primera temporada.
Pero hoy no hablaré de la serie sino del sistema que la ha hecho posible. Javier Olivares, el creador de Isabel, me ha hecho llegar un interesantísimo artículo de Le Monde, firmado por Macha Sery, sobre el modelo de trabajo de DR (Danemarks Radio), la televisión pública de Dinamarca. Seis canales, sin publicidad, financiados por impuestos sobre receptores. Camilla Hammerich, productora de Borgen, cuenta: “¿Nuestro secreto? Muy sencillo: dejar que los cerebros trabajen. En 1992, mi hermanastro, Rumle Hammerich, fue nombrado director del Departamento de Ficción. Viajó a Estados Unidos para aprender cómo lo hacían, y a su vuelta llamó a los mejores directores, operadores y guionistas de Dinamarca. Decidió que los productores debían reunir siempre al mejor equipo, sin imponer actores o montadores, y que los guionistas tenían que estar en la cumbre de esa pirámide”.
Imagino que Macha Sery debió quedarse ojiplática, como cualquiera de nosotros, al escuchar eso. ¿Guionistas en la cumbre de la pirámide? Por si no estaba del todo claro, habló con Piv Bernt, actual responsable de la ficción televisiva danesa. Le preguntó: “¿No hay ninguna presión de las cadenas?”. Bernt responde: “Ninguna. Debe predominar la visión del artista. Una vez aprobado el proyecto, nos mantenemos al margen. Esa es la esencia de nuestro modelo. No somos una cadena comercial, de modo que no nos pone nerviosos la audiencia. Solo tenemos una obligación: somos un servicio público, y las historias deben tener una doble lectura: entretener, pero también abordar problemáticas actuales”.
Al que disfrutó con ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ le encantará ‘Borgen’, relato complejo y apasionante
Los guionistas de DR parecen regirse, un tanto esotéricamente, por el número tres: tres escritores y tres temporadas por serie. Borgen, por ejemplo, la creó Adam Price (singular personaje: chef y restaurador danés, además de guionista) secundado por Jeppe Gjervig Gram y Tobias Lindholm. El sistema ha funcionado plenamente: las tres series fueron triunfos rotundos. De Forbrydelsen y Bron / Broen se hicieron versiones americanas (The killing y The bridge) y Borgen ha triunfado en Europa (emitida por Arte y BBC Four, entre otras, pero no, que yo sepa, por cadenas españolas) y fue un éxito de culto en Estados Unidos (Link TV), proclamada por Stephen King como una de las grandes series del año. El pasado noviembre, por cierto, Adam Price confirmó que HBO y BBC Worldwide están trabajando en un remake de Borgen. Un buen puñado de lecciones para nuestro país, donde tantos siguen empecinados en ver al guionista como una mezcla entre peón sustituible y gran ausente a la hora de los reconocimientos.
Babelia
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