El Festival de Jerez llora al gran referente de la guitarra

En Jerez, esta noche los espectáculos del Festival Internacional de baile flamenco que se celebra estos días en la ciudad han comenzado como no lo habían hecho nunca: en silencio. Ha sido el primer homenaje de este certamen a la memoria del guitarrista algecireño Paco de Lucía, un artista con grandes vínculos con esta ciudad, cuna de muchos de sus amigos y compañeros.

Tocó por última vez en Jerez en agosto de 2010. El tocaor ofreció un recital en la plaza de toros, abarrotada de público. Dedicó el concierto a dos amigos y artistas de la tierra, Manuel Moreno Moraíto (fallecido hace dos años), y su hijo Diego del Morao. “Por ellos estoy tocando acojonao”, jaleó el músico.

Todas las actuaciones del XVIII Festival de Jerez se inician con minutos de silencio en señal de duelo. La figura del creador de Entre dos aguas también estará presente en el recital del sábado de otro genio de las seis cuerdas: el almeriense José Fernández Tomatito.

Desde que se conoció la noticia, una energía diferente invadió el certamen. En los seminarios matinales de baile un guitarrista arrancaba la clase con una de las creaciones del músico. En las aulas hay alumnos de más de 50 países y todos conocen la obra de Paco de Lucía. “Alguien se asomó a la puerta y comunicó en voz alta el fallecimiento. Fue como si nos hubieran dado un puñetazo en el estómago”, relata Adelia, una bailaora argentina. Monique, francesa, apunta que tras saberlo, oír al guitarrista que acompaña a las aprendices ha sido “triste y mágico a la vez”. Ana María López, la maestra de bulerías, casi les ha obligado a bailar. “Aunque todavía tengo la piel de gallina, creo que seguir haciendo flamenco es recordarlo mejor”, comentaba.

Muy cerca del Teatro Villamarta, sede principal del Festival, el guitarrista Paco Cepero, uno de los grandes compañeros de De Lucía en las giras de los años 70, aún no daba crédito al fallecimiento: “Fue la persona que ha abierto un camino para el Flamenco que ninguno de nosotros imaginaba siquiera que estuviera ahí”.

Isamay Benavente, directora del encuentro flamenco, coincide con este pensamiento de Cepero: “Paco de Lucía, al igual que Antonio Gades, logró abrir circuitos y teatros vetados al Flamenco”. La agenda del evento sigue en pie aunque algunos de los integrantes del cartel ni siquiera eran capaces ayer de descolgar un teléfono. El jerezano Joaquín Grilo cerrará el certamen el ocho de marzo. Trabajó con De Lucía durante siete años y ahora Benavente confía en que el bailaor “se reponga del mazazo”.

Capullo de Jerez también llora a Paco de Lucía. El guitarrista algecireño lo eligió de entre todos los cantaores de flamenco para versionar el himno de Andalucía.

En las peñas flamencas esta noche tampoco hay actuación prevista. Su presidente, Manuel Moreno, concreta en las próximas horas con el Ayuntamiento cómo rendir tributo a De Lucía en la programación, dedicada este año a una de las voces más puras del flamenco, Juan Moneo El Torta fallecido, también de un infarto, hace menos de dos meses.

La agenda del festival no se ha alterado, pero artistas, flamencólogos, críticos y aficionados aguardan conocer la fecha de los funerales para rendir homenaje al genial tocaor.