Peter James se adentra en el lado oscuro de la ciudad
El personaje Roy Grace es,según su creador un "policía y adorable santón". En 1994 escribió la primera novela digital con duras críticas por el formato
Conversar con Peter James (Brighton, 1954) es ponerse frente a un torrente imparable de vivencias, anécdotas e historias. Productor de cine y televisión en Reino Unido y EE UU, publicista, empresario pionero en Internet, James lo deja todo un día y se dedica en pleno a escribir novelas de género negro. No hace falta preguntarle por qué abandonó el mundo de las estrellas. En su incansable discurso se cruzan dos anécdotas que explican el hartazgo. La primera, con Peter Sellers en los setenta, cuando se iba a convertir en el actor mejor pagado de del mundo por un anuncio de cigarrillos de treinta segundos antes del rodaje decide que está en contra del tabaco. La segunda, tiene al actor James J. Pollock, una mujer desnuda, montañas de hachís y un gallo como protagonistas y es absolutamente irreproducible.
Todo ese tiempo rodeado de estrellas dio a James el contexto y el aprendizaje necesarios para escribir Esquivar la muerte, su última novela publicada en España (Roca) y octava de la serie del policía Roy Grace, una historia sobre la fama, las estrellas y sus acosadores. De esto último James sabe mucho. Durante años fue acosado por una fan, una historia terrorífica que todavía le provoca pesadillas: “Desde que decidí hablar de ello abiertamente en una entrevista en el Daily Telegraph hace dos años ha desaparecido. No sé si ha cogido el mensaje o está preparando el ataque final. Durante años aparecía en todas las presentaciones de mis libros por todo el país. Me escribía miles de correos y me envió un archivo de fotos mías tomadas con teleobjetivo por toda Inglaterra. La policía me decía que no tenía antecedentes y que si no me mataba no podían hacer nada. Terrorífico”. Sin perder nunca esa mirada de niño grande, James se inclina un poco hacia delante y dice riéndose: “Eso sí, se compraba veinte, treinta ejemplares de cada uno de mis libros, me ha hecho un superventas ella sola”.
James, que quedó atrapado por la novela negra cuando a los 14 años cayó en sus manos Graham Greene, es una de las estrellas de esta edición de BCNegra. El escritor cree que el éxito del género se debe a que ha dejado de ser despreciado y se ha ganado un sitio, pero que siempre ha existido ficción criminal. “Shakespeare escribiría novelas negras hoy en día. Hamlet o Macbeth lo son”.
El autor de Una muerte sencilla cree en “el lado oscuro de todas las buenas ciudades”. Incluidas, claro, Barcelona y su Brighton natal. Escenario de sus novelas y capital del crimen en Inglaterra desde la década de los treinta del siglo pasado, Brighton es, al tiempo, un paraíso turístico y “el escenario perfecto que diseñaría cualquier criminal que pudiese crear la ciudad ideal para mover mercancías ilegales” comenta como quien habla del precio de las manzanas. “Tiene dos puertos y una gran vida nocturna. Desde la época victoriana está considerado como el sitio para tener un fin de semana golfo y desfasado. También ostenta el mayor índice de adicción a drogas duras de Inglaterra” asegura antes de añadir, cerrando un poco más los ojos, pero como si nada: “Claro que me gustaría que cambiase, pero como autor de thrillers es perfecta para mí”.
Al hablar con alguien que lleva treinta años escribiendo sobre policías y rodeado de ellos, yendo a sus barbacoas y patrullando en sus coches, la pregunta es inevitable: ¿El ‘policía C.S.I’ está matando el trabajo policial tradicional? “No, los crímenes han cambiado y con ellos el trabajo policial, pero sigue siendo cuestión de intuición, de resolver un puzle de miles de piezas. Un buen policía tiene que ser un buen psicólogo y un gran conocedor del alma humana”.
Escritor infatigable, James deja su labor para última hora de la tarde, con un martini, un cigarro y buena música. Por la mañana, lee lo que ha escrito el día anterior y prepara lo que va escribir. “Me encanta investigar y planear la estructura, saber dónde voy a ir, pero en una buena novela lo esencial son los personajes”, comenta. Roy Grace, el protagonista de la serie que ha dado fama y reconocimiento, es un policía honrado y honesto, una buena persona con una vida rota por la desaparición de su mujer hace 10 años. “Me interesan los crímenes como enigmas que hay que resolver y me interesaba que mi protagonista tuviera uno propio. Quería romper con el arquetipo de policía con problemas con la bebida, que no es real, y con un matrimonio roto, que es un cliché gastado”. Cuando un escritor se embarca en aventuras tan largas siempre surge la duda: ¿Está acabado el personaje y sigue vivo porque vende mucho? “No lo creo”, responde. “Dejará de estar vivo el día que me levante y diga ‘Oh, no, otra vez a escribir sobre ese Grace’, pero no ha llegado ese momento. Fíjate lo que les pasó a Conan Doyle con Holmes o a Ian Rankin con Rebus. No quiero que me ocurra eso”.
En 1994 James publicó con Penguin la que está considerada la primera novela en formato digital. “La reacción fue horrible. Tremenda. Fui portada de periódicos en todo el mundo. Me acusaban de haber asesinado a la novela. Si me dan a elegir, prefiero leer en papel, pero parece que no me equivoqué tanto” concluye.
Babelia
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