Pierre Lescure, un nuevo patrón en La Croisette

El periodista y empresario Pierre Lescure, de 68 años, fue escogido ayer presidente del Festival de Cannes. Cofundador de Canal + en los ochenta y actual director del Teatro Marigny de París, Lescure fue escogido “por unanimidad” por los miembros del consejo de administración del festival, como anunció la ministra de Cultura, Aurélie Filippetti, en su cuenta de Twitter.

 No fue una sorpresa. Los rumores sobre un nombramiento inminente se habían intensificado la semana pasada, cuando su principal rival para obtener el cargo, el expresidente del canal francoalemán Arte, Jérôme Clément, anunció a la prensa que había quedado fuera de la competición a su pesar. El ministerio de Cultura acababa de nombrar a Lescure como su representante en el consejo de administración, que reúne a delegados de instituciones púbicas y privadas, a cargo de la gestión de un presupuesto de 20 millones de euros, la mitad de los cuales proceden de las arcas públicas. Formar parte es condición para ser presidente del festival, por lo que el impulso del gobierno francés habría resultado determinante en el nombramiento.

Lescure sustituirá al histórico Gilles Jacob, que abandonará el cargo tras la próxima edición, prevista para mayo, tras casi cuatro décadas vinculado al festival, primero como delegado general y desde 2001 como presidente. Desde que Jacob anunció su retirada hace meses, se habían hablado de todo tipo de candidaturas —de cineastas al exministro Frédéric Miterrand—.

No son pocos quienes han visto en el nombramiento una maniobra política ante la multiplicación de candidatos sin consenso. Próximo al Partido Socialista, Lescure fue designado por el presidente Hollande al acceder al cargo para dirigir una misión sobre “la excepción cultural en la era digital”, que suprimió de facto la polémica ley Hadopi aprobada por Sarkozy, que castigaba al internauta que consumiera descargas ilegales con multas y cortes en la conexión a Internet.

Su nuevo cargo comporta un doble perfil de gestor y embajador del certamen que parece hecho a medida para Lescure. Apasionado por la cultura estadounidense y coleccionista de vinilos, radios antiguas y fotos de pin-ups, su nombramiento ha sido observado con suspicacia por algunos, que temen un giro en dirección a Hollywood. “Su pasión por EE UU podría dar un color particular a su presidencia”, sospechaba hace unos días Le Monde. Su rival, Clément, había anclado su candidatura en la defensa de la excepción cultural.

Sin embargo, el nuevo presidente no tendría que incidir en exceso en la dirección artística del festival. La tarea recae en el delegado general, Thierry Frémaux, nombrado en 2001, que no siempre ha sabido entenderse con una figura tutelar tan poderosa como la de Jacob. No está claro que las relaciones sean distendidas con su sucesor, de personalidad ultramediática y no dado a la discreción.

Nacido en la periferia proletaria de París, Lescure es hijo de un periodista del diario L'Humanité, próximo al Partido Comunista Francés, y de una reportera de la gaceta sindical de la CGT. A cargo de Canal +, revolucionó la oferta televisiva con un híbrido de información y entretenimiento que creó escuela, además de descubrir a actores y humoristas a las que convirtió en estrellas de la televisión y, más tarde, también del cine.

Personaje exuberante con pose de eterno adolescente, conocido por recibir a sus interlocutores con un puro y un vodka-tonic en la mano durante sus años en la gestión audiovisual, Lescure también es conocido por sus relaciones sentimentales con Catherine Deneuve, Nathalie Baye y la escritora Katherine Pancol. Desde su salida del grupo Canal +, hace una década, se ha dedicado a presentar distintos programas televisivos. “Desde que cumplí los 50”, he ganado más que perdido", escribió en su autobiografía, In the baba, publicada en 2013. Su nombramiento parece una victoria más.