El nigeriano Okwui Enwezor dirigirá la próxima Bienal de Venecia

“No hay ningún evento artístico que se haya mantenido de forma continuada como la Biennale di Venezia desde finales del siglo XIX, superando tantos cambios históricos en los campos del arte, la política, la tecnología y la economía. La Biennale es el lugar ideal para explorar todos estos campos dialécticos de referencia y además la propia institución será una de las fuentes de inspiración en la planificación de la exposición”. Con estas palabras Okwui Enwezor (Calabar, Nigeria, 1963) ha recibido la noticia de su nombramiento como director artístico de la 56ª edición de la Bienal de Venecia, que tras varias décadas cambia sus tradicionales fechas. Ya el año pasado la semana inaugural reservada a los profesionales se anticipó algunos días, pero en 2015 la inauguración será el 9 de mayo, un mes antes de lo habitual, mientras se mantiene la fecha de cierre el 22 de noviembre, con lo cual su duración pasa de cinco a seis meses.

Enwezor, en la actualidad director del Haus der Kunst de Múnich (Alemania), fue uno de los curadores más mediáticos y con más repercusión de la segunda mitad de la década de 1990. Su nombre empezó a ser conocido en el mundo del arte en 1994 cuando fundó NKA: Journal of Contemporary African Art, que desde entonces se publica dos veces al año en la Duke University, una de las universidades privadas estadounidenses más célebres por su excelencia académica. En 1996 dirigió la 2ª Bienal de Johannesburgo en Sudáfrica, pero su apogeo llegó dos años más tarde, en 1998, cuando se le encargó la organización de Documenta 11, la prestigiosa macro muestra, que se celebra cada cinco años en la ciudad alemana de Kassel.

Para competir con la enorme transcendencia del proyecto de Catherine David para la Documenta X, Enwezor diseñó una propuesta faraónica, que involucró la primera división del arte contemporáneo en una serie de encuentros previos alrededor del mundo. El despliegue, que duró hasta la inauguración de la exposición en 2002, terminó por poner de manifiesto la fractura del mundo del arte con el gran público y, más que crear un fecundo caldo de cultivo para proyectos artísticos, se convirtió en un generador de polémicas y críticas. Unas polémicas acompañadas por un reconocimiento internacional más que consolidado, que le siguieron también en España donde entre 2005 y 2007 organizó la 2ª edición de la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs). A continuación fue el comisario de la 7ª Bienal de Gwangju en Corea del Sur y de la Trienal de París, que se celebró el año pasado en el Palais de Tokio de la capital francesa.

Como sucedió con Documenta, también en el caso de Venecia, Enwezor recoge el testigo de un comisario que ha conseguido un enorme éxito. Massimiliano Gioni, el director más joven hasta la fecha, cerró su edición la semana pasada, alcanzando el récord de público con más de 475.000 visitantes y consiguiendo involucrar un amplio segmento de estudiantes, exactamente el 31,75%. “El éxito de la investigación-exposición de Gioni demuestra la gama cada vez mayor de personas que disfrutan de la cultura y de la experiencia emocional que la Bienal puede proporcionar. Pasamos ahora a Enwezor, un profesional que tiene un gran número de experiencias a sus espaldas, un amplio historial de actividades y estudios en una amplia gama de temas relacionados con el arte. Su experiencia personal es un punto de partida decisivo para su análisis de los últimos acontecimientos en el mundo del arte y de la riqueza multiforme de las prácticas actuales”, aseguró el presidente de la Biennal, Paolo Baratta, destacando que el comisario también es conocido por sus investigaciones sobre el complejo fenómeno de la globalización en relación con las raíces locales. Experto en arte contemporáneo de los países africanos, Enwezor ha profundizado en las teorías sobre las diásporas y las migraciones africanas y la arquitectura, el urbanismo y la modernidad de las ciudades de la África postcolonial.