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Reportaje:

Okwui Enwezor se defiende

El comisario de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla reflexiona sobre un acontecimiento en el que la Junta invertirá 300.000 euros en obras

Margot Molina

"Aunque no quiero parecer vanidoso, la Biacs2 es muy especial en muchos niveles, sobre todo teniendo en cuenta que casi todo el trabajo lo hemos hecho en tan sólo un año. Ha sido un milagro y en España no existe nada con una escala parecida". Okwui Enwezor, el comisario de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs2), que se abrió al público el pasado 29 de octubre y podrá visitarse hasta el 8 de enero, se muestra orgulloso de haber reunido en la capital andaluza a 91 artistas internacionales que presentan más de 400 obras en dos sedes, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) en La Cartuja y las Reales Atarazanas, además de en varios espacios públicos.

La iniciativa privada aporta el 45% del presupuesto, unos 2,5 millones de euros

El comisario adelantó que la Junta de Andalucía, uno de los patrocinadores públicos de este proyecto que parte de la iniciativa privada, adquirirá, entre otras, la película del italiano Olivo Barbieri, fotografías de los estadounidenses James Casebere y Daniel Faust, la película de la inglesa Hannah Collins y alguna de las obras de la alemana Josephine Meckseper, cuyo escaparate con símbolos alusivos a la religión y un maniquí con ropa interior ha despertado las críticas del Consejo de Cofradías de Sevilla. La colaboración económica de la Junta, que aporta 500.000 euros de un presupuesto total de 2,5 millones, se realizó desde el principio con la intención de destinar parte de su aportación (300.000 euros) a la compra de obras que formarán parte de la colección del CAAC.

Lo desacogedor. Escenas fantasmas en la sociedad global es el título de esta segunda Bienal que ha nacido rodeada de cierta polémica. Por una parte, la Plataforma de Reflexión sobre Políticas Culturales (PRPC) critica los "ominosos gastos del acontecimiento y la ausencia de implicación con la ciudad", mientras que algunos artistas consideran pobre la representación española en la selección de las obras. "Hasta ahora no he entendido qué critica la plataforma anti-Biacs. Me parece que cualquier crítica es positiva, pero la base de ésta en concreto me deja perplejo. La integridad y la honestidad de las personas de la Fundación Biacs son incuestionables, y además es loable que un grupo de empresarios haya decidido apoyar con su dinero un proyecto como éste en Sevilla, una ciudad con mucha historia pero muy poco arte contemporáneo", asegura el comisario, nigeriano de 42 años, que es vicepresidente del Art Institute de Chicago.

La Fundación Biacs nació en mayo de 2003 como una organización cultural sin ánimo de lucro después de que la galerista Juana de Aizpuru -de quien partió la idea de crear Arco en Sevilla y que optó por proponerlo en Madrid ante la falta de respuesta- convenciera al presidente de Cartuja 93 y del Grupo Tecnológica, Fernando Franco -quien ya patrocinaba otras iniciativas, como el teatro de la Maestranza- , de sumarse al proyecto. La idea salió adelante con el apoyo de otros empresarios, como Antonio Valdivieso, director de General de Producciones y Diseños (GPD), o Valentín de Madariaga de MP Macpuarsa, y en 2004 se celebró la primera Bienal comisariada por el desaparecido Harald Szeemann.

Actualmente, la iniciativa privada aporta el 45% del presupuesto (2,5 millones de euros), mientras que el resto procede en su mayoría del Ayuntamiento de Sevilla (600.000 euros), de la Junta (500.000) y del Ministerio de Cultura ( 100.000 euros).

Respecto a las críticas que ha recibido por el número de españoles incluidos en la muestra, siete de un total de 91, Enwezor insiste: "No es una bienal de arte español, se llama Bienal Internacional. En total hay representados 35 países y de España hay siete artistas, pienso que es una buena representación".

"Ojalá que la Biacs se consolide y pueda seguir articulando el arte contemporáneo porque Arco es una feria y funciona como tal y los museos, como el Macba, tienen su propio discurso -muy bueno- pero los artistas necesitan otros espacios", argumenta.

Más de la mitad de las obras que pueden verse en Sevilla se han realizado específicamente para la Biacs2 y de ellas un 40% son encargos a los artistas. Además de figuras internacionales como Thomas Schütte, Gerhard Richter, Thomas Hirschhorn, Yan Pei Ming o Mike Kelley, la muestra reúne un buen número de artistas africanos y asiáticos desconocidos en España y cuyo discurso está encaminado a "desenmascarar a aquellas maquinarias que diezman y desgastan las interconexiones sociales, económicas y políticas, buscando así un retorno a la lógica de la totalización", en palabras de Okwui Enwezor.

"La Fundación Biacs ha realizado un enorme esfuerzo para que todo funcione. Me ha gustado trabajar con ellos porque he elegido un tema difícil, pero he tenido absoluta autonomía; la misma que tuve para hacer la Documenta de Kassel", asegura Enwezor que dirigió la Documenta 11 (1998-2002).

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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