Erotismo africano contra el frío

Sobre el escenario, los cuerpos se mueven en un juego de seducción y llevan al espectador por un viaje "a la sensualidad del ritmo", hacia las raíces del erotismo. Refleja "una cosmogonía del mundo", describe Santiago Sánchez quien dirige el espectáculo junto a Hassane Kouyaté. La creación y la atracción cobran protagonismo. Decamerón negro quiere narrar por medio de los cuerpos el goce de vivir con el relato de las historias más antiguas sobre la sexualidad africana, en Teatros del Canal de Madrid desde este miércoles 27 de noviembre hasta el día 15 de diciembre.

Decamerón negro se define como "un espectáculo total" basado en el teatro kotebá tradicional africano, en el que se mezcla la música en directo con la narración, el teatro, el uso mágico de los objetos y la premisa de que los actores y los espectadores comparten un mismo espacio. "En ciertas lenguas africanas no existe la palabra 'teatro' y nosotros queremos escapar también de las etiquetas", dice Santiago Sánchez. "Se trata de un intercambio de energía que invita a celebrar y compartir los cuerpos. Así llegamos al erotismo".Y las historias extienden sus redes hacia la universalidad. "Comprobamos cómo ciertos ritmos, ciertas historias iniciáticas han saltado continentes y océanos y han dado lugar a nuevas músicas, nuevas danzas, nuevas formas de expresión popular del goce de vivir: desde el tango al flamenco, desde el guagancó al jazz".

Las fuentes de inspiración son varias. Están las clásicas, como la del antropólogo alemán Leo Frobenius, quien a principios del siglo pasado realizó un recorrido por la tradición oral del sur del Sahara y la gran selva del Níger y se quedó fascinado por su literatura oral. Frobenius publicó El Decamerón negro, así titulado por las similitudes con la obra de Boccaccio. O el trabajo de Henri Gougaud que recopiló en L'arbre aux tresors de los relatos iniciáticos que pensó que eran los más interesantes del mundo. O Eduardo Galeano en El libro de los abrazos o Memoria del fuego. El Decamerón de Boccaccio marca el ritmo en que esta representación teatral se va desarrollando, con cada uno de los participantes como guías de las distintas historias.

La compañía reúne a artistas de Guinea, Burkina Faso, Angola, Cuba y España. L'Om-Imprebís ha entablado estrechos lazos con Guinea Ecuatorial a través del proyecto de creación y de formación 'Orígenes' y con el actor, percusionista y director escénico nacido en Burkina Faso Hassane Kouyaté. Y de esa relación conoció de primera mano, como relata, las historias, cuentos, canciones y leyendas que marcan un ritual de iniciación para los jóvenes.

Las críticas han sido excelentes y un comentario sirve como prueba: "Produce a quien se acerca benéficos espasmos de placer", afirma el escritor Luis Alberto de Cuenca.