Jorgina Gil-Delgado, ejemplo de civilidad

Jorgina Gil-Delgado (Málaga, 1921), fallecida el pasado día 5 en Madrid, es un raro ejemplo de civilidad plasmado a lo largo de una vida plena y fecunda. Fue esposa de Joaquín Satrústegui, que combatió en el bando vencedor, pero que fue perseguido por su temprana desafección al franquismo, estuvo deportado en Fuerteventura y fue senador en la primera legislatura democrática.

Jorgina reseñó para Abc las conferencias de Xavier Zubiri en la Sociedad de Estudios y Publicaciones. A raíz de esa tarea impulsó la creación de los Ciclos Culturales Politeia a partir de 1969, cuya finalidad es contribuir a una vida ciudadana mejor mediante el estudio riguroso de la historia de las civilizaciones. Colaboradores de la talla de Manuel Terán, Pedro Laín Entralgo, Santiago Montero Díaz, Julián Marías o Fernando Chueca dan fe de la dimensión cultural de esta iniciativa de la sociedad civil, en la senda de la mejor tradición liberal española.

En palabras del profesor Diego Gracia, con ocasión de imponérsele la encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio el 1 de febrero de 1999, Politeia ha sido un ejercicio de civilidad, de educación y cultura, desde abajo, desde la sociedad, no desde el Estado, de ahí que su actitud parezca aún más admirable y que su fundadora haya merecido la gratitud de tantos. Que cunda el ejemplo.