Nuevo pulso al mercado del arte
El auge del Pop marca la salida de las subasta de Nueva York La escultura ‘Balloon Dog’, de Jeff Koons, marcará la temperatura de las ventas
El lunes por la tarde arrancaron las subastas de arte moderno y contemporáneo en Nueva York, una esperada cita que vuelve a poner a prueba la fuerza del mercado. Hay una docena de piezas de arte contemporáneo cuyo precio de salida está por encima de los 20 millones de dólares, un récord histórico que permitirá ver si el ansia de compra de coleccionistas del mundo entero se mantiene o empieza flaquear.
Esta vez la casa Phillips dio el pistoletazo de salida adelantándose a los pesos pesados (Sotheby's y Christie's), con un balance algo desigual: las ventas ascendieron a 68 millones, pero cinco de las 40 piezas en oferta no lograron ser vendidas, entre ellas un cuadro de Rothko Sin título (Negro y Gris), 1969-1970 cuyo precio estaba fijado entre 10 y 15 millones. Una pieza de Andy Warhol, Nueve Marilyns doradas, 1980, -uno de los artistas protagonistas de estas subastas-, sin embargo fue adquirida por 8 millones de dólares por un marchante neoyorquino. Phillips decidió en el último momento adelantar sus subasta para evitar que los compradores gastaran más de la cuenta antes de su convocatoria. La puja empezó con una obra de Lichtenstein Mujer con cacahuetes de 1962, que fue vendida por 9.5 millones de dólares, demostrando la buena cotización del arte Pop. Christie's trató de subastar esta misma pieza hace una década por entre 2.5 y 3.5 millones de dólares y no lo logró. Otro de los protagonistas del comienzo de las subastas fue el artista colombiano Óscar Murillo, una de cuyas obras fue vendida por 293.000 dólares, más de doble del precio de salida.
El arte Pop parece vivir uno de sus mejores momentos en el mercado. Así, entre las piezas más comentadas que saldrán a la venta esta semana se encuentran tres del artista que con su Fábrica revolucionó Nueva York, Andy Warhol. Accidente de coche en plata (Desastre Doble) tiene un precio estimado entre 60 y 80 millones de dólares, y dos cuadros que hasta ahora estaban en la colección de Steve Cohen, el multimillonario financiero que la semana pasada se declaró culpable en los cargos de tráfico de información privilegiada que han plagado su fondo de inversión SAC Capital. A pesar del silencio que rodea esta operación ha trascendido que Cohen tiene pensado deshacerse de varias piezas de su espectacular colección por un precio que ronda los 80 millones de dólares. Este verano compró El Sueño de Picasso del magnate de casinos en Las Vegas Steve Wynn, batiendo precios y demostrando que su talante agresivo más allá del parqué de la bolsa.
El músico Eric Clapton y el empresario de periódicos Peter M Brandt también se ha sabido que van a sacar a la venta parte de su colección, algo que ha calentado las expectativas y los precios. Los cuadros más esperados y costosos han visitado varias ciudades en los últimos meses (Doha, Hong Kong y Londres) e incluso han sido prestados a acaudalados clientes para que los probaran en sus casas.
El tríptico que Francis Bacon realizó en 1969 del también pintor Lucian Freud, es otra de las obras más esperadas. La puja por esta pieza se espera que alcance 85 millones de dólares el martes por la tarde en venta de Christie's. Los tres lienzos que lo componen fueron vendidos por separado originalmente y un coleccionista italiano pasó 20 años tratando de reunirlos. El precio récord de un Bacon se alcanzó en mayo 2008, en una subasta de Sotheby's en la que el oligarca ruso Roman Abramovich compró otro tríptico de 1976 por 86.2 millones.
Pero quizá la obra que dará la auténtica temperatura del mercado sea la escultura de Jeff Koons Balloon Dog (Orange) que hasta ahora formaba parte de la colección de Peter Bandt y por la que espera recibir entre 35 y 55 millones, un dinero que ha dicho que dedicará a su fundación de estudio de arte en Connecticut. "Es un símbolo, como el caballo de Troya, tiene algo mítico", declarado el artista. Está por ver cuál si los astronómicos precios serán mito o realidad esta semana.
Babelia
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