James Blake gana el prestigioso premio Mercury
El galardón distingue al mejor álbum británico del año. El joven músico se enfrentaba a David Bowie o Arctic Monkeys
James Blake, crooner digital de 25 años, se alzó anoche en Londres con el Mercury Prize, que distingue al mejor disco británico del año. Blake ya estuvo nominado hace dos años, con su debut, pero entonces no obtuvo el galardón, dotado con 20.000 libras (23.350 euros).
La de este año contaba como una de las listas de finalistas más disputadas que se recuerdan, con tres claros favoritos: el propio Blake, un resucitado David Bowie, con The next day, y Arctic Monkeys, que ya fueron distinguidos en 2006 con Whatever people say I am, that’s what I am not? Esta vez concursaban con AM, un álbum que la revista musical NME, tan tendente a la hipérbole, no tardó en saludar en la misma semana de su lanzamiento como “el mejor de la década”.
El jurado de la vigésimosegunda edición del galardón se decantó finalmente por Overgrown, un melancólico compendio de dubstep, pop y rap de baja fidelidad. "Es el primer premio que ganó en mi vida”, explicó Blake, multiinstrumentista graduado por una Escuela londinense de arte, “si exceptuamos, claro, aquel trofeo obtenido con 12 años en el colegio y al que le tengo parecido aprecio”.
La nómina de los 12 finalistas la completaban Laura Mvula, cantante soul de 27 años, Jake Bugg, la fidelidad a la rabia punk de The Savages, Villagers y Laura Marling, dos acercamientos al folk, los electrónicos Disclosure y Rudimental, Jon Hopkins y los rockeros Foals.
Entre los ganadores del premio se encuentran Pulp, Primal Scream, Franz Ferdinand o M People. En 2012 Alt-J, banda de Leeds, obtuvo la distinction.
Babelia
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