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La temporada de la Zarzuela arranca con ‘La Tempranica’

Rafael Frühbeck de Burgos, que acaba de cumplir 80 años, dirigirá la versión en concierto de la obra

Daniel Verdú
Rafael Frühbeck de Burgos.
Rafael Frühbeck de Burgos.Bernardo Rodríguez (EFE )

Paolo Pinamonti afronta su segunda temporada al frente del Teatro de la Zarzuela, que arranca este sábado con una versión en concierto de La tempranica, la pieza Gerónimo Giménez. El maestro Rafael Frühbeck de Burgos, que acaba de cumplir 80 años, dirigirá la obra en un foso al que no volvía desde hacía dos décadas. Durante la presentación, el miércoles pasado, estaba pletórico: "La partitura es genial. Está escrita de forma perfecta, no se podría escribir mejor. El libreto, vaya, vaya...", decía sobre la obra con la que vuelve a la Zarzuela y en clara alusión a un libreto que, según él, no está a la altura de la música. Sobre el escenario estarán María José Montiel y Carlos Bergasa, en los principales roles del reparto vocal.

En cualquier caso el arranque de la temporada, como por desgracia empieza a ser costumbre en esta crisis en los teatros líricos, se producirá en versión de concierto. Paolo Pinamonti quiere continuar el trabajo del curso anterior ampliando repertorio y abriendo el espacio al barroco con un homenaje a Juan Hidalgo. “Elegí no presentar una obra de Hidalgo o una zarzuela, eran espectáculos larguísimos. Hicimos un teatro de las pasiones entre lo terrenal y lo divino. Será teatro con música de Juan Hidalgo e instrumentos de la época”, explicó.

Desde que llegó a la Zarzuela, Pinamonti ha tratado de avanzar y modernizar la representación del género (lo que permite) respetando la tradición y, sobre todo, las apetencias del patio de butacas. Ha logrado llegar a los 100.000 espectadores anuales y aumentar el número de abonos en un 20% (aunque todavía sean solo algo más de 3.000). “Busco un equilibrio entre lo que quiere ver el público y la renovación. También quiero renovar la batuta… la zarzuela no puede considerarse un género de segundo nivel. Es complicada y necesita grandes intérpretes, en la batuta ya nivel vocal”, señala.

Una de esas batutas con las que pretende devolver el brillo a la Zarzuela es Rafael Frühbeck de Burgos,que después de superar varias dolencias y alguna intervención quirúrgica, lleva este año ya más de 70 conciertos dirigidos. Preguntado sobre el secreto de su éxito, sobre todo en EE UU, donde no para de trabajar, el director lo definió así: "Siempre he querido ser un buen profesional, un buen músico. Sé lo que quiero y sé cómo pedírselo a los músicos cuando me pongo delante de una orquesta”.

Frühbeck de Burgos explicó, sigue abierto a cualquier música contemporánea y es hoy capaz de dirigir un repertorio que se aproxima ya al millar de obras. Sin embargo, se lamenta de que ya no se escriban zarzuelas. Un género que defendió, pese a la tendencia a denostarlo por algunos, que es "muy difícil de cantar", ya que quien lo hace tiene también que saber hablar sobre un escenario. “Algo de lo que no todo el mundo es capaz. Quien crea que es fácil se equivoca".

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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