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CONVERSACIONES BÁRBARAS: ARANTZA QUIROGA

“Es muy duro, ahora todos creen que estamos en política para enriquecernos”

La presidenta del PP del País Vasco cree que "si gusta lo que dice el Papa, es que es muy socialista; si no, es muy conservador”

Daniel Verdú
Arantza Quiroga, presidenta del PP de Euskadi.
Arantza Quiroga, presidenta del PP de Euskadi.Gorka Lejarcegi

Arantza Quiroga (Irún, 1973) le soltó a Mariano Rajoy en las narices que la militancia estaba asqueada. Importa porque ella es la nueva presidenta del PP vasco y una de las promesas que se incorporan a la política. Mañana, cumple 40 años, tiene cinco hijos y una fuerte orientación cristiana. Pero no cree que eso condicione su ideario político ni su hipotética acción de gobierno. Nos recibe en su nueva casa, la sede del partido en San Sebastián, a la que, por cierto, le vendría bien un repaso.

Pregunta. Cómo tienen la sede...

Respuesta. No tenemos dinero, aunque parezca otra cosa. Si te enseño nuestras cuentas…

P. Hablando de cuentas, si hace unos días decía que la militancia del PP estaba asqueada, hoy se le habrán acabado los adjetivos.

R. Estará más aliviada. Al menos la justicia se empieza a mover.

P. Si es inocente, ¿Rajoy debería haber salido antes a dar explicaciones más claras?

R. Como si estos papeles fueran una novedad… El partido ya ha dicho lo que tenía que decir \[la entrevista se produjo antes de que Rajoy anunciase su comparecencia\].

P. Hombre, mucho no ha dicho. ¿Cómo se ha desprestigiado tanto la política?

R. Eso es lo que me preocupa. Estás en política para servir a los ciudadanos y sentir que construyes cosas, pero ahora todos nos miran y creen que es para enriquecernos o tener caché. Eso es muy duro. Debemos solucionarlo nosotros.

P. Con más mano dura, ¿no?

R. Con hechos, que la gente vea que se puede fiar de nosotros. Deben verme y pensar que pondrían un negocio conmigo.

P. Con usted quizá, pero con Rajoy no sé yo.

R. Pues fíjese si lo han puesto que hoy es presidente del Gobierno y está tratando de sacar a España de esta crisis económica.

P. Aquí se jugaban la vida mientras otros en Madrid, por decirlo de alguna manera, se lo llevaban crudo. ¿Toca las narices?

R. Pues sí. Es muy duro ponerte delante de tus compañeros, verles las caras, lo que han pasado y que por la mala actuación de algunos se desprestigie su lucha.

P. ¿Es usted un dedazo?

R. Qué va. Me hubiera encantado salir elegida en un congreso regional, pero las circunstancias eran las que eran. Yo sabía que Antonio Basagoiti quería poner fin a esto y tenía que ser así.

P. Él se ha ido quemadísimo.

R. Ha hecho un papel importante en unas circunstancias complicadas y ha conseguido poner al PP en un punto de salida que yo continuaré.

P. ¿Duelen más las pullas internas como las de María San Gil?

R. Son las que peor se llevan. Para las de fuera estás más preparado. Cuando se fue María San Gil fue muy duro. Igual te hubiera gustado decir cosas que no podías, por respeto. Y más en el País Vasco. Puede hacer poca gracia cuando compañeros dicen que eres un dedazo... pero he vivido cosas con ellos que te marcan y siempre les tendré respeto.

P. Dicen que es usted la guapa del PP. ¿Es muy presumida?

R. Sí, pero no tengo mucho tiempo y a veces no se nota.

P. Hoy ha ido a la peluquería…

R. ¡Qué dices! Hoy he dado un biberón a las cinco de la mañana y luego he acompañado a otro hijo que se iba a no sé dónde.

P. ¿Cómo preside un partido con cinco hijos pequeños?

R. Haciendo el pino puente. Y los correctores de ojeras funcionan muy bien. Estoy muy empeñada en mi proyecto vital: tener una familia y, encima, con la suerte de ser numerosa. Y además no renunciar a mi carrera política.

P. Oiga, usted dice que nunca usaría el preservativo. ¿Y eso?

R. [SE RÍE]Ese titular sí que me ha condicionado. No sé ni por qué estaba hablando de mi vida sexual, pero no fue exactamente así. En cualquier caso, una cosa es lo que yo haga y otra que sé dónde estoy.

P. ¿El sexo solo para la reproducción?

R. No, no, no. Vamos a ver, sé cuál es mi opción de vida, pero respeto la de los demás. Y entiendo que si alguien tiene otra, pueda usar un preservativo. Yo dije cómo era mi vida.

P. Pero eso tiene influencia en el ideario político de uno.

R. Reto a los que lo piensen a que vean mi trayectoria y encuentren algo en lo que pueda haber influido. Como presidenta del Parlamento leí declaraciones institucionales el día del sida animando a utilizar el preservativo. Pero siempre hay que poner etiquetas.

P. Tendrá relevancia lo que piense un político sobre temas de salud, digo yo.

R. Una cosa es lo que yo piense y otra es que me condicione.

P. ¿Es usted muy religiosa?

R. Trato de tener una vida interior, pero debería tener más. Al final se trata de si respetas la raya que hay entre el bien y el mal. Eso es ser religiosa. Y sí, voy a misa los domingos.

P. ¿Le gusta el nuevo Papa?

R. Es impresionante cómo se adapta a los tiempos. La valentía con la que reconoce determinadas cosas es algo necesario.

P. ¡Es un Papa socialista!

R. Todo lo lleváis a lo mismo. La religión no tiene ideología. Cuando gusta lo que dice, es que es muy socialista; y si no, es que es conservador.

P. Usted que sabe más de esto… ¿qué querrá decir con eso de que el matrimonio ya no es indisoluble sino estable?

R. Es que hay matrimonios de la Iglesia que se disuelven. Es un matiz que no cambia.

P. Tampoco le gustaría lo del matrimonio homosexual...

R. En lugar de dar carta de naturaleza a una realidad que se estaba regulando de forma natural, se quiso enfrentar. Y nosotros entramos a saco.

P. E hirieron a mucha gente.

R. Reaccionamos a lo que pensamos que era un ataque. Y lo malo es cuando uno gobierna en contra de otro.

P. ¿Un ataque a quién?

R. A los que pensamos que la palabra matrimonio representa la unión entre un hombre y una mujer. Si se hubiera buscado regular esa situación, se hubiera llegado a un acuerdo. Pero se buscó el enfrentamiento.

P. A mí me parece que se hizo justicia con mucha gente.

R. El derecho se podía reconocer exactamente igual.

P. ¿Esto lo ha hablado con su secretario general? [Iñaki Oyarzabal ha declarado que es gay].

R. Con mucha más naturalidad. A veces a uno le colocan clichés encima, pero cuando te conocen no tiene nada que ver. Muchos se tienen que poner el Día del Orgullo Gay todas las pegatinas del mundo; nosotros, no.

P. Conoció a su marido en Nuevas Generaciones. ¿Había mucho ligoteo?

R. Lógico con gente joven. Entonces se hacían muchas fiestas.

P. ¿Se hubiera podido enamorar del alguien del PSOE?

R. Seguramente. El tema ideológico lo aparco. Es como si me dijera que todos en mi familia son del PP. Mi madre me puede llamar por teléfono después de escuchar la SER todo el día y que yo termine pidiendo socorro.

P. ¿Apuntamos a su madre a la SER en el próximo EGM?

R. Yo he crecido con Gabilondo. Y no lo oculto. Y soy del PP.

P. Desmiéntame esa imagen de mujer beata, vinculada al Opus… ¿Cómo se divierte?

R. Tengo vida, claro. Lo que más me puede gustar es saber que no tengo nada que hacer.

P. Bueno, la próxima vez a ver si se nota su mano en la sede.

R. Mi mano no, más dinero.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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