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Viñetas, música, chocolate

Laura Santolaya, dibujante de 32 años, ya tiene más de 2.000 fans de su blog, ‘p8ladas’ La protagonista de sus viñetas es un álter ego que recrea escenas cotidianas en clave de humor

P8ladas.
P8ladas.Laura Santolaya

Nadie le ha enseñado a dibujar. Nunca ha estudiado Bellas Artes. Ni diseño. Ni cursos de Photoshop. Ella misma asegura que su método es “prehistórico”. Laura Santolaya (Pamplona, 1982) es autodidacta, como la historietista argentina Maitena, uno de sus referentes. Publica viñetas en la Red desde hace cinco años. En su blog —p8ladas (pocholadas)— mezcla sus tres amores: la ilustración, la música y el chocolate, gran enemigo de su álter ego pintado.

Santolaya crea historias de lo cotidiano. La protagonista de su obra es una versión “políticamente incorrecta” de sí misma. “Dice lo que yo no diría”, explica la artista. Con el humor como faro, sus temas encuentran más complicidad entre el género femenino. P8ladas huye del dulce, reza al Dios de la operación bikini y sueña con nadar en café. Usa métodos disparatados, como hacer engordar a sus amigas para entrar en un vestido para la boda de su prima. Convierte el dilema entre “manzana o palmera de chocolate” en la auténtica “cuestión” de Shakespeare.

La ilustradora completa los relatos con una pieza de texto, que se ha ido haciendo más breve a medida que perfeccionaba su técnica con el cómic, y con música. Festivalera confesa, “aunque últimamente no tengo tiempo para los maratones de conciertos”, incluye en las entradas de su blog —cuyo nombre oficial, no en vano, es Prohibido escuchar canciones ñoñas— la banda sonora con la que cincela cada criatura, de Tame Impala a Led Zeppelin.

Su forma de ver el mundo le ha dado más de 2.000 seguidores en Facebook. Sus adeptos y amigos la inspiran a menudo, con una frase que se hace habitual en su entorno: “Se merece una pocholada”. “Las redes sociales no son la panacea. Facilitan darse a conocer pero hay que trabajar duro”, valora Santolaya.

Santolaya trabaja desde hace un par de años en el área de Innovación de una importante consultora

La navarra (aunque vive en Madrid), que aún no ha tenido “la oportunidad” de vivir de su talento, dibuja tras sus horas de oficina. Trabaja desde hace un par de años en el área de Innovación de una importante consultora. Allí cuelga sus creaciones para evitar que sus colegas le ofrezcan demasiados dulces. Al llegar a casa plasma lo que se le haya ocurrido durante la jornada. “En el metro me surgen muchísimas ideas. Por ejemplo, al poner la oreja en conversaciones ajenas”, admite entre risas.

La autora de p8ladas.
La autora de p8ladas.

Entonces llega la parte “prehistórica” de su método. Santolaya pinta en papel. Luego le saca una foto a esa hoja de celulosa, con una cámara que “aunque digital, dista de ser una réflex”. No tiene escáner “y esa técnica funciona”. “He probado con tableta o iPad, también con ordenador, pero con lápiz y papel es como me siento más cómoda”, aclara.

Hace poco recibió la propuesta de hacer su primera exposición en una asociación cultural de su barrio en Madrid, La Guindalera. Laura Santolaya quiere que su "hijo" crezca: “Me gustaría tener un espacio en alguna revista que me permitiera enseñar mi trabajo poco a poco”. Para eso espera que sirva ser seleccionada en Se busca talento. Puestos a soñar, le encantaría que su tira fuera “tan conocida como los sanfermines". "Por el momento, me conformo con seguir escuchando eso de ‘esto merece una p8lada", desvela con una sonrisa llena de paz.

Viñeta presentada al concurso 'Se busca talento'.
Viñeta presentada al concurso 'Se busca talento'.L.S.

Todo empezó con un ocho

Laura Santolaya ahora vive en Madrid (aunque no olvida San Fermín en sus piezas). Al llegar a casa, se sienta en su "santuario", la mesa de su ordenador, rodeada de libros, cómics y utensilios de pintura. Allí encuentra la tranquilidad que necesita para desarrollar sus ideas. Su primer dibujo, que hizo con cinco años, preside el pequeño taller.

Reconoce que no fue "un talento precoz", aunque la semilla de su obra se puso en la infancia, cuando dibujaba ojos y extremidades a los ochos de las clases de matemáticas. Esas p8ladas resucitaron en 2007: "Me pinté con cuatro líneas y creé un fotolog" que luego cristalizó en la web actual, con más posibilidades.

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