¿Adiós al cine?
Una sensación de desánimo recorre el mundillo del cine. Las bajísimas recaudaciones de las ultimas semanas se deben, según muchos, al costo de las entradas (“hay un clamor para que se baje el precio”, dijo Agustín Almodóvar en la SER), a lo que se puede añadir como causa el creciente consumo casero de películas, la piratería y hasta en ocasiones la impaciencia de exhibidores que retiran las películas sin darles opción a dejarse conocer… En momentos de confusión proliferan los opinadores de toda guisa, pero en definitiva parece que se está dejando que el cine se vaya al garete. Si el precio de las entradas es realmente un clamor, ¿a qué se debe esa resistencia a mantenerlos altos? Resulta desolador ver una película en soledad o escasamente acompañado… lo que no ocurre, curiosamente, los días en que el precio es menor. Si el público está convencido de que cuesta demasiado ir al cine, sorprende que los responsables no contraataquen más allá de su justa protesta por la salvaje subida del IVA que el Gobierno se empecina en mantener.
Unos tiran la toalla pero otros continúan pese a todo. José Luis Garci ha sorprendido anunciando su retirada del cine, harto de tantas dificultades. Por contra, Jonás Trueba ha hecho una película, Los ilusos, en la que precisamente habla del sueño por rodar a pesar de “la muerte del cine” que él mismo augura en la pantalla; la ha rodado con cuatro perras y la ha distribuido en canales alternativos. Garci se siente mayor: “ya no tengo el vigor y la fuerza de uno de 30 años”, mientras Trueba piensa que “la crisis exige nuevas formas, de acción y reacción y lo viene requiriendo desde hace tiempo”. Si apenas caben ya en España producciones de alto presupuesto, y tampoco existen circuitos de reestreno, lo cual daría la oportunidad de que se vieran películas a buen precio, entonces ¿sólo cabe resignarse al lamento y chapar salas en vez de tratar de adaptarse a las posibilidades de los clientes? ¿No sería mejor una sala llena aunque fuera a mitad de precio? Que no se diga que el público ha dado definitivamente la espalda al cine en salas, y que ya no hay remedio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.