La ‘irrealidad’ virtual llega al ballet
Una compañía francesa de 3D y la bailarina Marie-Claude Pietragalla se embarcan en la aventura del escenario óptico basando la obra en textos de Ionesco
Todos los elementos no son nuevos pero sí es con seguridad la primera vez que todos los componentes de la realidad virtual y la 3D se ponen la servicio de la danza. Los bailarines y coreógrafos Marie-Claude Pietragalla y Julián Derouault idearon una obra que resume los grandes éxitos teatrales del dramaturgo Eugène Ionesco (Rumanía, 1909 – París 1994) bajo el título Mister y Mademoiselle Rêve; el subtítulo intenta poner una explicación: La danse au coeur de l’irrealite virtuelle. Por un decorado cambiante y a veces cercano a la ciencia-ficción desfilan las localizaciones de piezas como La cantante calva y Los rinocerontes.
La firma francesa Dassault Systemes tiene una sólida reputación y trayectoria en la confección de modelos en 3D para la industria y la cultura, desde coches a sitios arqueológicos. Esta es la primera aventura en las artes escénicas, el principio de un complejo experimento. Para presentarlo en París (aunque el estreno fue en febrero en Lens) han convocado a la prensa especializada de varias partes del mundo.
Aún con detalles que pulir y ajustar, la magia está presente a pesar de un excesivo metraje y de una coreografía recurrente y de ocasión. Como se esperaba, los medios tecnológicos se tragan literalmente a los dos bailarines, que se esfuerzan por hacerse notar dentro del entorno sonoro electrónico al que se han añadido fragmentos de Chaicovski (El lago de los cisnes); Wagner (La valkiria), Mozart y Beethoven.
En palabras de Medí Tayoubi, director de Dassault Systemes, 10 especialistas técnicos trabajaron un año entero a tiempo completo para este resultado. A eso se añaden otros equipos periférico pero igualmente importantes, desde el sonido a la informática. Al ser preguntado por el costo del proyecto y su realización, no soltó prenda pero dijo que era menos de un millón de euros. El la danza experimental no se ve nunca tanto dinero junto.
La teoría de la pieza se articula con una abundante documentación que va hasta el teatro barroco y pasa por el ilusionismo de fines del siglo XIX, las perspectivas neoclásicas de Sanquirico y la maquinaria escénica italiana. Ahora no hay nada en el escenario, sólo haces de luz y pantallas, a lo sumo, algunos elementos móviles y neutros que se convierten en otra cosa. En el parecer de otros ingenieros colaboradores esto es sólo el comienzo. Parafraseando a Ionesco: “todo lo que soñamos, es realizable”.
Babelia
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