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Última entrevista con el quinto Ramone

El mexicano Arturo Vega, que diseñó el icónico logotipo de la banda, murió este fin de semana Esta fue una de las últimas entrevistas que concedió

Raquel Seco
Arturo Vega, el pasado 3 de marzo en el DF.
Arturo Vega, el pasado 3 de marzo en el DF.SAÚL RUIZ

Arturo Vega (Chihuahua, México, 1947) llegó a esta entrevista en un hotel del DF el pasado marzo sin su camiseta icónica puesta. Pero traía la playera de Ramones en el equipaje y -tras refunfuñar un poco- se la puso al final, para las fotos. El artista que ideó el logo murió este fin de semana a los 65 años, según anunció su amigo Legs McNeil. Esta fue una de las últimas entrevistas que concedió.

Vega se convirtió en autor de una marca global por casualidad: diseñó el logotipo del águila y el bate para pagarse las giras con Ramones. Las cosas ya habían empezado de manera rocambolesca. “Estaba yo pintando a principios del 73 cuando un muchacho abre la puerta de mi loft y dice ‘Hi, I’m Dee Dee, what’s up? [Hola, soy Dee Dee, ¿qué tal?]. Cada vez que vengo oigo la música que estás poniendo y quería saber quién eres”, recordó Vega en marzo en un peculiar spanglish mientras sorbía una cerveza. Desde los setenta y hasta el final de su vida, el artista mexicano vivió en el mismo apartamento neoyorquino, a poca distancia del bar CBGB, en el que conoció al grupo. Aquel saludo de Dee Dee lo unió a ellos de por vida: estuvo en la compra de las guitarras (de segunda mano), su casa se convirtió en el hogar de acogida de Joey y Dee Dee y asistió al primer concierto del grupo frente a unas pocas decenas de amigos. "Sorprendente, energético, tal vez demasiado, caótico. Me dejó con la boca abierta y con la sonrisa en la boca", señalaba, "una reacción visceral, cuando veo algo que es muy nuevo y no entiendo completamente todavía".

Arturo Vega, en un hotel del DF.
Arturo Vega, en un hotel del DF.SAÚL RUIZ

A Vega lo llaman quinto ramone porque recordaba haber faltado solo a dos de los de las actuaciones de la banda, 2.263 según el librito donde Johnny apuntaba de forma meticulosa cortes de pelo y conciertos. Llevaba las luces y la escenografía, y empezó a serigrafiar las camisetas en 1976 porque la discográfica se negaba a pagarle los viajes. Entonces el merchandising musical consistía en pósters y programas. Las prendas, a tres dólares, se vendieron "como pan caliente". Los integrantes de Ramones nunca hicieron un contrato con una compañía especializada en este tipo de propaganda hasta su disolución. El resto de su vida, Arturo Vega recibió un 10% de las ventas de los productos, una cantidad prácticamente imposible de calcular porque distintas empresas tienen permiso para vender ropa, zapatos, tazas de desayuno o juguetes. Todo, menos prendas para mascotas, a lo que Vega se negó cuando alguien argumentó que la millonaria heredera y personaje del corazón Paris Hilton las quería "para sus perros". Y eso que el diseñador gráfico se tomaba con filosofía la deriva del logotipo, de símbolo de rebeldía a marca global. "Es la traición del arte por la cultura", repetía en la entrevista. Y aseguraba adorar las falsificaciones: "Me da mucho gusto que la pirateen. Para mí es ser homenajeado. Se usa tanto... en México hay camisetas cristianas, otra que dice 'México: Hidalgo, Morelos, Zapata y Vila' [...] Debería haber juntado las piratas, esa es una exhibición. Que me las manden y yo les mando cinco o diez de Ramones". 

Arturo Vega se centraba últimamente en el arte y proyectaba abrir una fundación cultural por la paz en Chihuahua, pero el porte (dos pendientes, sonrisa fanfarrona) era de rockero. "El rock&roll fue siempre mi faro de luz, mi guía", dijo en la entrevista. Descubrió la chispa de niño, trasteando con una radio en la que Elvis Presley cantaba Blue Suede Shoes. "El rock se convirtió en un símbolo de inspiración, de felicidad, de alegría y de misterio. Era lo desconocido, la promesa. Tenía que ser un lugar mejor". 

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Sobre la firma

Raquel Seco
Periodista en EL PAÍS desde 2011, trabaja en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro. Antes editó en el suplemento IDEAS, coordinó el equipo de redes sociales del diario y la redacción 'online' de Brasil y trabajó en la redacción de México.

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