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El bestiario de Guadalupe Nettel

La escritora mexicana señala las vergüenzas humanas a través de los animales en el libro de cuentos 'El matrimonio de los peces rojos'

Ana Marcos
La escritora mexicana Guadalupe Nettel, durante su última visita a Madrid.
La escritora mexicana Guadalupe Nettel, durante su última visita a Madrid. Samuel Sánchez

A Guadalupe Nettel (México, 1973) le basta con comerse una cucaracha para sacarle las vergüenzas al lector. Nada de disecciones sesudas o filigranas metafísicas: un gato, una serpiente o unos hongos genitales y el rubor sube a las mejillas. El arca de Noé lo ha divido en cinco cuentos bajo el título El matrimonio de los peces rojos, con los que ganó el III Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero que organiza la editorial Páginas de Espuma y que hoy presenta en la Feria del Libro. “Los humanos nos sentimos muy orgullosos y superiores a los otros animales por la facultad de razonar”, argumenta la escritora durante su última visita a Madrid. “Pero la razón puede hacernos unas jugarretas terribles. Esta es la parte que me interesa subrayar. La belleza está en lo que nos hace únicos”.

Desde que era pequeña, veía en la gente, caras de animales. De la fisonomía pasó al comportamiento, con la ayuda de los documentales de la BBC y los bestiarios de Ambrose Briece, hasta desembocar en la literatura. “Los seres humanos nos la pasamos repitiendo actos, como les sucede a los animales. Lo que siempre me ha interesado es sacar a la luz estas partes ocultas de las que nunca nos ufanamos”. Así, una pareja de peces betta representa todas las tensiones que hay en un matrimonio, en el agua de una pecera. Una gata, joven, pero exultante, las dificultades de un embarazo repentino. Las molestas cucarachas, un retrato de la sociedad mexicana, marcada por la lucha de clases. Los hongos genitales, una particular interpretación del amor en su forma de infidelidad. “Todos los animales saben lo que quieren excepto el hombre”, apuntala Nettel, recurriendo a la cita de Plinio El Viejo que introduce sus relatos.

Denunciar las manías es lo que el jurado del Ribera del Duero tradujo como “narrativa de atmósferas turbadoras”. “Lo anómalo se aposenta en lo cotidiano”, apostilló el escritor Enrique Vila-Matas. “No creo en la normalidad. Todo forma parte del conjunto maravilloso de la vida cotidiana”, cierra el círculo la autora, traducida al francés, holandés, alemán, inglés, portugués, italiano, sueco entre otras lenguas.

Firmante de otros tres libros de cuentos (Juegos de artificio, Les Jours fossiles, Pétalos y otras historias incómodas), un ensayo largo (Para entender a Julio Cortázar) y dos novelas (El huésped y El cuerpo en que nací) ambas editadas por Anagrama. “Mi literatura es un poco en zigzag: novela, cuentos, novela”, reconoce, “creo que según la etapa de mi vida necesito hacer algo largo, estable, incierto, y otras veces, terminar las cosas más rápido”.

De su casa, sus recuerdos y su familia, Nettel recoge entre el 45% y el 50% de sus palabras escritas. “La maravilla de la literatura que no tienen otras artes, es esa forma tan precisa de comunicar una subjetividad con otra subjetividad”. La autora está convencida de que el poder de la narrativa reside en la transmisión de experiencias vividas. No hay en sus libros coincidencias espacio-temporales, sino periplos emocionales. Vivió en París, Barcelona y Montreal, como sus protagonistas. Se enfrentó a las cucarachas en algún que otro piso alquilado. Y se cuestionó –con algo más que desconocimiento- por qué ni su madre, ni sus amigos, ni siquiera los miles de libros sobre bebés, le habían contado la revolución física y emocional que le esperaba antes y después de dar a luz. “El lector no es tonto, es imposible conseguir identificación sin experiencia previa, si se engancha es porque le resuena”.

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Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura. Forma parte del equipo de investigación de abusos en el cine. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional, además de participar en la fundación de Verne. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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