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SERGI LÓPEZ | ACTOR

“Se banalizan las nociones de educación y cultura para recortarlas”

El actor promociona su nueva película, 'Tango libre', mientras estrena cargo como vicepresidente de la Academia de Cine Catalán

Gregorio Belinchón
El actor catalán Sergi López en el Instituto Francés de Madrid.
El actor catalán Sergi López en el Instituto Francés de Madrid.LUIS SEVILLANO

“Me han puesto en la Academia”, suelta tan campante Sergi López (Vilanova i la Geltrú, 1965), y se ríe como niño pillado en una mentirijilla. Porque sí, es una mentira: nadie le ha puesto, sino que López es desde hace 15 días vicepresidente de la Academia del Cine Catalán porque iba en la lista ganadora que encabezaba la productora Isona Passola. El estreno del cargo le pilla justo en la promoción de su último estreno —que no último trabajo—, Tango libre, con el director Frédéric Fonteyne, con quien trabajó en Una relación privada, así que López habla tanto de la actuación como de su nueva labor representativa: “Están pasando muchas cosas. El mundo de la cultura debe de posicionarse, hay que hacerse preguntas, probar cosas... Me da miedo que dentro de 20 años nos demos cuenta que nos hemos cargado este país, que esto sea una jungla. Se está jugando con la educación y la cultura, que para mí son indivisibles, y se banalizan sus nociones para recortarlas. Cuesta mucho montar cosas y cargárselas está tirado en dos segundos. Hemos bajado el discurso a un nivel paupérrimo del estilo: ‘O recortamos en cultura o quitamos una cama de hospital’. Claro, si estamos así...”. El actor bulle: “Le hemos quitado valor a la palabra cultura, ahora se dice que es para las élites...”. De ahí concreta en las películas: “El cine es una parte de nosotros, en sus imágenes puedes reconocerte y explicarte ante el resto del mundo”. Tanta reflexión y representación va a obligar a López a ampliar su vestuario: “Ahora tendré que comprar un traje o a alquilarlo más a menudo”.

Aprovechemos para preguntarnos para qué sirve un Estado

Independentista declarado de toda la vida, López confiesa que es momento de plantearse para qué se quieren las academias y, más aún, las naciones. “Me cuesta hablar en nombre de otros, pero es el momento de hacer cosas, de crear preguntas. Por ejemplo, si sirve para algo una academia. Cataluña vive además un momento de mucho bullicio, con un camino hacia un Estado propio, en que ya veremos cómo es el resultado y el formato. Por eso aprovechemos para reflexiones profundas. Ya no vale eso de ‘Soy independentista’. No, ve más allá: ¿para que sirve un Estado? ¿Por qué quieres ser nacionalista? ¿Tiene sentido? Hace falta gente ahora para plantear preguntas y buscar alguna respuesta. Y a eso me apunto”.

Vuelta al cine. En Tango libre López encarna a Fernand, un preso que comparte chica —encima madre de su hijo— con su mejor amigo... también encarcelado. El trío empieza a temblar cuando se convierte en cuarteto por un funcionario de prisiones. Fernand es, en el mejor de los sentidos, de una pieza: quiere a la chica y a su amigo, idolatra a su hijo. Y el resto —o lo que piensa el resto— le da igual. “De entrada puede parecer algo cliché por su lado impulsivo, y según avanza el metraje conocemos su complejidad. Bueno, como la vida, las familias, que se construyen como se pueden”. Frédéric Fonteyne le avisó que estaba escribiendo para él. “Vi crecer el guion, entendí que el tango servía como metáfora del vacío que llevamos dentro —la necesidad de cultura—, y que tenemos que llenar. Frédéric disfruta de lo lúdico, es militante de la ficción, opina que todo lo imposible es posible”. Sin dudas ni preguntas.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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