Mordiscos de ironía

“El directo y el fuera de cámara de un plató de televisión dan mucho juego”, afirma Carmen Rosa, directora y autora de Divas de fogones, “un concierto gastronómico” que pretende “acercar la ópera como algo gratificante, emotivo y divertido”. La obra, que estará los próximos días 26 y 27 de abril en la Sala Parish del Teatro Circo Price de Madrid, ya se ha fogueado por varias localidades madrileñas y dentro de la gira por distintas ciudades españolas tendrá su próxima escala el 11 de mayo en el Teatro Pedro Almodóvar de Puertollano.

Divas de fogones forma parte de un reciente menú de teatro para sentarse a la mesa en la cartelera madrileña, con obras como La Cena, de Joan Carles Bellviure, y El pimiento Verdi, de Albert Boadella. De hecho, el pianista que toca en directo las piezas musicales de Divas de fogones, Borja Mariño, también forma parte del espectáculo verdiano en Los Teatros del Canal.

El argumento de la obra del Price es la grabación de un programa de cocina. Las protagonistas son María Tosca, una excéntrica cantante lírica que ha conseguido ser líder de audiencia dando rienda suelta a su hobby culinario, y Carmen de los Ángeles, una amiga suya no menos excéntrica que acude como invitada al programa para promocionar su nuevo disco, titulado oportunamente Aromas. Si a una le apasionan los fogones, a la otra le fascina el vino. Así que rivalizan en directo sobre sus conocimientos culinarios y enológicos. Pero fuera de cámara, al margen de la ejecución de la receta y de la cata de vinos para epatar a los espectadores del programa con sus conocimientos, las divas sacan su rivalidad más fiera: guerra de egos, celos, secretos y traiciones de amantes compartidos son ingredientes sabrosos que otro personaje en liza (la regidora, aspirante a diva y buscadora de estrellato en el share televisivo) aprovecha para servir en bandeja como carnaza de audiencia.

Beatriz de Lanza como la presentadora María Tosca, Sonia de Munck como la invitada Carmen de los Ángeles e Inma Ochoa, la regidora Perla, son las intérpretes de este menú cómico-musical. Precisamente las comedias musicales de Broadway, de las que la directora –con experiencia en este tipo de montajes- se confiesa admiradora, son el tejido inspirador para que los espectadores no habituales de la ópera digieran los temas de la partitura teatral. Uno de los temas de Leonard Bernstein para el musical La bonne cuisine, estofado de rabo de buey, es la receta que Carmen Rosa ha convertido en hilo conductor de la trama de su obra. En el caso de Divas de fogones, el plato rabo de buey al vino tinto lleva no solo mordiscos de ironía, sino además grandes dosis de música. El repertorio con el que se lucen las cantantes cocineras incluye 12 piezas, de autores como Bizet, Offenbach, Puccini, Verdi, Chopin o Leo Delibes. Y como las divas se sacan bastante las uñas, también interpretan El Dúo de los gatos de Rossini. “Las cantantes son unas actrices de primera”, apunta la directora del espectáculo sobre sus criaturas. “Me he divertido mucho escribiendo y he aprendido mucho con ellas”, añade, y en el test con la audiencia parece que su receta funciona: “El público se emociona y sale con ganas de cantar. Ese es nuestro objetivo”. Un menú optimista.