Muere Bigas Luna
Descubridor de toda una generación de actores españoles, recibió el León de Plata a la mejor dirección en 1992 por 'Jamón, jamón'
La muerte de Bigas Luna (Barcelona, 1946) ha caído esta mañana como un mazazo sobre el cine español. Su contagiosa vitalidad, su curiosidad por todo, su amor por la vida le convierten en una de esas figuras reñidas con la idea del más allá. Él vivió para los placeres de la tierra y su cine fue una extensión de esos placeres. Jamón, jamón, Bilbao, La teta y la luna, La camarera del Titanic Yo soy la Juani... su dilatada y heterogénea filmografía son buena prueba de esas ganas de vivir y probarlo y conocerlo todo.
Bigas Luna ha muerto, a los 67 años, víctima de un cáncer en su casa de Tarragona, una tierra que cuidó y cultivó en los últimos años junto a su esposa. Descubridor de actores como Ariadna Gil, Javier Bardem, Penélope Cruz, Verónica Echegui o Jordi Mollà, era un hombre atento al talento joven y sin pulir. Tenía un verdadero radar para estrellas en bruto. Se inició en la gran pantalla en 1976 con Tatuaje pero fue en 1979 cuando se hizo internacionalmente con Bilbao, seleccionada en el Festival de Cine de Cannes.
En 1990, y después de casi una década sin rodar, regresó con una adaptación de la novela Las edades de Lulú, de Almudena Grandes, seguida de Jamón, jamón (1992), que protagonizada por Javier Bardem y Penélope Cruz se convirtió en una película-icono de esos años. Los Monegros, el toro, el jamón, los huevos fritos…. con ella el cineasta apuntalaba su telúrica iconografía y los temas que repitió una y otra vez. Jamón, Jamón ganó el León de Plata del Festival de Venecia y el premio del Jurado al Festival Internacional de Cinema de San Sebastián. Después llegó Huevos de oro (1993) película que no tuvo el éxito de la anterior pero que es puro Bigas.
Por su deseo expreso no habrá homenajes póstumos. Para evitar tentaciones, lo dejó escrito bajo notario
Pero los intereses del cineasta no se ceñían a la cámara de cine, se ocupó de relanzar uno de los locales históricos de Zaragoza, el viejo Plata, como “cabaré ibérico”, dirigió las Comedias Bárbaras de Valle-Inclán (otro de sus inequívocos referentes) sin miedo a la fusión de géneros o, ya en la intimidad, se dedicó a las delicias de la agricultura ecológica. Hablar de tomates le podía apasionar tanto como de un libro o un artista. Todo se lo llevaba a su terreno, a sus eternas obsesiones.
El certamen de Venecia volvió a galardonarle en 1994 con el premio al mejor guión por la sensual La teta y la luna. Sus últimas películas fueron Yo soy la Juani (2006) y Di Di Hollywood (2010). Actualmente preparaba una adaptación de la novela Mecanoscrit del segon origen, de Manuel de Pedrolo.
Según un comunicado emitido esta mañana Bigas Luna falleció este viernes en su casa de Riera de Gaià junto a todas sus mujeres (su esposa y sus tres hijas). Hasta el pasado domingo estuvo trabajando en la preparación del Mecanoscrit del segon origen. Su último deseo fue que la película se finalice y se dedique a su único nieto, Quim Lu. Por expreso deseo del cineasta no habrá homenajes póstumos de ningún tipo. Para evitar tentaciones, lo dejó firmado bajo notario.
Babelia
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