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José Luis López Vázquez... ¿artista?

La exposición pone de relieve el talento de José Luis López Vázquez como figurinista y cartelista Abandonó su trayectoria pictórica para convertirse en uno de los grandes actores españoles

José Luis López Vázquez ejerció como cartelista para numerosas instituciones.
José Luis López Vázquez ejerció como cartelista para numerosas instituciones.

El gran pintor onubense Pepe Caballero, ligado durante año a grupos como La Barraca de García Lorca, tuvo un destacado discípulo al que le encargó numerosos trabajos y que, con el tiempo y gracias a su gran oficio y talento, destacó como cartelista, decorador, diseñador, figurinista…. Se llamaba José Luis López Vázquez (1922-2009), quien a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado abandonó su brillante trayectoria pictórica para convertirse en uno de los grandes actores españoles del siglo XX y uno de los más populares que ha dado el cine, el teatro y la televisión.

Son muchos, incluso amigos y compañeros, los que ignoraban hasta ayer, día en que el ilustre cómico hubiera cumplido 91 años, su obra pictórica que ahora recoge en 65 trabajos inéditos la Fundación Aisge, sociedad de gestión de los actores, en su sede (calle Ruiz de Alarcón, 11), en la muestra José Luis López Vázquez, arte en papel, que recopila ejemplos eclécticos de aquel artista precoz, aplicado y digno de ser descubierto. El material expuesto incluye figurines de teatro, escenarios, carteles de ferias, felicitaciones navideñas (que año tras año mandaba a los amigos) y hasta algún motivo religioso. Una exposición que ha promovido la actriz Carmen de la Maza, el “amor tardío” de López Vázquez, a quien el actor dedicó con esas palabras el Goya de Honor que recibió de la Academia de las Artes Cinematográficas en 2004.

De la Maza ha puesto a disposición de esta muestra la obra pictórica que le regaló el actor, que se completa con otras piezas que tenía el hijo del actor, José López Magerus. Todo un material proveniente de su intenso trabajo como figurinista y decorador para compañías de teatro de renombre durante buena parte de los años cuarenta y cincuenta y como cartelista para numerosas instituciones. Una actividad muy desconocida del protagonista de Mi querida señorita, El bosque del lobo, Atraco a las tres o La cabina y otros más de 200 largometrajes que abordó a lo largo de su fecunda trayectoria. Ejerció como pintor más de 18 años, en sus inicios como discípulo aventajado del ilustre Pepe Caballero y luego lanzado por López Rubio cuando este volvió de Hollywood. Antes López Vázquez se ganó la vida como administrativo en una farmacia y él mismo confesó que no sabía de dónde le venía la vena pictórica, ya que en su familia y en su entorno no había ningún antecedente.

López Vázquez, que siempre estaba en los rodajes como figurinista o cartelista, empezó a participar de pequeños papeles

La inauguración de la exposición contó con una mesa redonda, presentada por Fernando Marín, vicepresidente de Aisge, en la que participaron Julia Gutiérrez Caba, actriz y gran amiga de López Vázquez; Jaime de Armiñán, director y guionista que contó anécdotas del rodaje de Mi querida señorita; Pedro Olea, director y guionista que escogió en numerosas ocasiones a López Vázquez para sus películas, entre ellas El bosque del lobo y El maestro de esgrima, quien confesó que era un devoto de este actor que, confirmó, se preparaba los trabajos minuciosamente incluida la composición externa del personaje a representar; Eduardo Rodríguez, catedrático universitario y biógrafo del actor y Víctor Zarza, director del departamento de pintura y restauración de la Facultad de Bellas Artes.

En ese contexto se habló del primer papel de López Vázquez en cine, a propuesta de José María Rodero. Una secuencia, sin texto, de 20 segundos en Esa pareja feliz en el año 1951. Brilló tanto que se hizo costumbre que el actor, que siempre estaba en los rodajes, como figurinista o cartelista, participara en pequeños papeles hasta que se convirtió en un secundario importante y a partir del éxito de El pisito, de Marco Ferreri, en el gran actor que nunca dejó de ser y cuya carrera dio un giro importante a raíz de su participación en 1967 en Pippermint frappe, de Carlos Saura.

También los participantes destacaron que era una buenísima persona “aunque no siempre”, ya que todos son conocedores del carácter contradictorio de López Vázquez. La clausura de la exposición, el 15 de abril, que también contará con invitados especiales, se hará coincidir con una proyección especial de Mi querida señorita. La muestra se puede visitar en horario de 10.00 a 18.00 horas, de lunes a jueves, y de 10.00 a 14.00 horas los viernes, siempre con horario ininterrumpido y entrada gratuita.

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