Mapfre refuerza sus grandes exposiciones y recorta su presencia en el cine y el libro
La Fundación estrena temporada con dos exposiciones en torno al impresionismo El organismo cancela su festival '4 + 1', que se celebraba en dos continentes
Si 2012 ha sido un año en el que las exposiciones de la Fundación Mapfre (Retratos del Pompidou, Kirchner, Gaultier) han tenido una aportación definitiva a la magnífica oferta madrileña, la temporada que ahora arranca, no le va a ir a la zaga. El jueves, presentan dos importantes exposiciones: Impresionistas, Postimpresionistas. El nacimiento del arte moderno, con 90 obras prestadas por el Museo de Orsay y Luces de bohemia. Artistas, gitanos y la definición del mundo moderno, una colaboración con el Grand Palais. Después vendrá Manuel Álvarez Bravo (12 de febrero), Giacometti (11 de junio), Macchiaioli (20 de septiembre), Mademoiselle Léonie (31 de octubre)o la Historia de España a través de la fotografía, entre otras importantes citas. A diferencia de las instituciones culturales públicas y algunas privadas, donde el presupuesto se ha reducido más del 40 %, Mapfre solo pierde un 5% respecto al pasado año, de manera que dispone de 15 millones de euros. El arte se refuerza aunque desaparece la colaboración con el Festival de San Sebastián, la Feria del Libro de Madrid y el festival de cine 4+1, que había celebrado ya tres ediciones. Alberto Manzano, presidente de Mapfre y Pablo Jiménez Burillo, director general del Instituto de Cultura, han detallado esta mañana los planes culturales de la Fundación y ha confirmado que la entrada seguirá siendo gratuita. “Es nuestra aportación en estos momentos que vive este país: mantenemos la calidad y la gratuidad, pese a que estamos excluidos de los circuitos turísticos. Pero lo cierto es que nuestras exposiciones están a tope de visitantes. Con la dedicada a Gaultier, por ejemplo, tuvimos el máximo permitido cada día. mucha gente se quedó sin verla.”
El pasado año, hubo más exposiciones, 29 (1.700.000 visitantes) y para este están programadas 20. La reducción afecta a la presencia en el extranjero. Se mantienen las actividades en el Auditorio y prosiguen con las publicaciones enfocadas a Latinoamérica.
Las estrellas de la temporada, Luces de bohemia e Impresionismo y Postimpresionismo, son para Jiménez Burillo, el prototipo de colaboración que la Fundación ha establecido con grandes museos extranjeros, franceses en este caso.
Niega que ambas iniciativas hayan sido conseguidas a golpe de talonario. “Pagamos transportes y seguros. En el caso del Impresionismo..., con 90 obras maestras, entre ellas 6 de Van Gogh, la operación nos cuesta 1,5 millones de euros. Algunos de esos cuadros no han salido nunca del Museo de Orsay y las medidas de seguridad en el traslado han sido excepcionales”. No pagan nada al museo francés porque la exposición que la pasada temporada pudieron realizar en Brasil, fue posible por la colaboración de la aseguradora española. “Nosotros”, explica Jiménez Burillo, “No dudamos en en ayudar para que exposiciones como esta se puedan ver un un país emergente como Brasil. Para ellos, que están fuera de los grandes circuitos museísticos, es muy difícil acceder a obras tan importantes como estas. Sé que ahora el Pompidou y el Louvre están interesados en iniciativas similares a la nuestra con el Orsay”.
Impresionismo y Postimpresionismo cuenta como entre 1885 y 1900, comienza el nacimiento del arte moderno. El grupo de los impresionistas se desborda, no hacen más de media docena de exposiciones como movimiento y cada uno toma caminos diferentes. Monet se retira a Giverny y empieza sus famosas series (catedrales, nenúfares), Cézanne intenta hacer del impresionismo un arte para los museos, Toulouse Lautrec desciende a los bajos fondos,Van Gogh se deja vencer por el color y Gauguin huye hacia el mundo primitivo de Tahití y su obra se convierte en enlace de los postimpresionistas.
A la vez se presenta Luces de bohemia, una muestra sobre los orígenes de la bohemia artística y su relación con la representación de los gitanos en el arte. A través de un centenar de obras maestras, de artistas como Goya, Watteau, Gainsborough, Boucher, Teniers, Corot, Delacroix, Courbet, Manet, Degas, Sorolla, Sargent, Signac, Van Gogh y Picasso, entre otros, se narra la historia de la creación de la bohemia artística, y de cómo esta historia se entremezcla con el prestigio artístico de los gitanos y vagabundos. La exposición cuenta con préstamos de las más prestigiosas instituciones internacionales, entre las que cabe destacar el Art Institute de Chicago, la New York Public Library, la Morgan Library and Museum y la Hispanic Society, de Nueva York, el State Hermitage Museum, de San Petersburgo, el Musée d´Orsay, el Musée du Louvre y el Centre Pompidou, de París, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, el Museo Picasso de Barcelona, el Museo Van Gogh de Ámsterdam o la Tate de Londres, entre otros.
El espacio dedicado a la fotografía, en la calle General Perón, tiene los días contados. Jiménez-Burillo, anuncia que todas las exposiciones se concentrarán en Recoletos y que para ello se utilizará el nuevo edificio adquirido por la aseguradora junto a los ya existentes. Mientras tanto, el 12 de febrero, está prevista la antológica dedicada al mexicano Manuel Álvarez Bravo. Seguirán Emmet Gowin, William Christenberry y Zwelethu Mthethwa.
Para el 2014, ya tienen preparadas dos sorpresas. Una es una exposición dedicada a la obra americana de Sorolla, en colaboración con el el museo de Arte Contemporáneo de Dallas, y la segunda se entrará en los dibujos de Portormo, en colaboración con la galería de los Uffizi.
Babelia
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