Arte contra la tristeza
Las galerías abren la temporada con fuertes apuestas para conjurar los malos tiempos
Han decidido cerrar los ojos y hacer como si la crisis no existiera y como que el IVA no va a destrozar sus negocios. Los galeristas españoles están dispuestos a superar sus ofertas y ofrecer exposiciones que muchos museos quisieran mostrar en sus salas. Instalaciones, pintura, fotografía, collages, dibujo, cualquier soporte es bueno para capturar la atención del visitante. Aunque la temporada se abre oficialmente el jueves 20, las aperturas ya han comenzado. La galerista Elvira González, con una delicada exposición de esculturas de Juan Asensio en sus salas, resume el sentimiento que embarga a galeristas y artistas en el arranque de este oscuro otoño: “Hay que seguir trabajando como si las amenazas no existieran. No nos vamos a dejar asfixiar tontamente”.
En Madrid, una de las primeras en abrir temporada ha sido precisamente Elvira González (General Castaños, 3). Una docena de esculturas de Juan Asensio (Cuenca, 1959) se extienden por la galería. El mármol, la arenisca, el aluminio o el acero sirven para crear depuradas estructuras geométricas inspiradas en motivos tan sencillos como hojas y tallos vegetales. De aspecto liviano, los muchos kilos de materia crean una inigualable atmósfera sensual y poética.
Muy diferente es la exposición que se exhibe en Max Estrella. Charles Sandison (Haltwhistle Escocia, 1969) es conocido en todo el mundo por sus sorprendentes narraciones sobre el lenguaje. Con videoinstalaciones en las colecciones de grandes museos , su obra se ha podido ver en el Reina Sofía o proyectada sobre el palacio de Correos durante la Noche en blanco de 2007. En Max Estrella expone cinco piezas protagonizadas por las palabras y, como siempre, palabras sencillas creadas por algoritmos de dinámica molecular crean espacios en los que la arquitectura ocupa un papel esencial.
La obra central de la exposición se titula The birth of the lenguage. Inspirado en La evolución de las especies de Darwin, un baile de palabras proyectadas sobre la pared se mezclan sobre un fondo de vibrantes colores creando narraciones abiertas. El hermetismo del mundo conceptual se transforma en una sucesión versos que el espectador puede rematar a su gusto.
Ana Juan (Valencia, 1961) ofrece en Tiempos Modernos (Arrieta, 17) una antológica muy personal. Bajo el título de Retazos, la artista ha escogido obra representativa de todos esos trabajos que la hicieron merecedora del Premio Nacional de Ilustración en 2010. Hay pinturas, dibujos, esculturas, pequeñas joyas, serigrafías procedentes de sus famosas ilustraciones o la muñeca de Snowhite con La caja secreta de Snowhite. Por supuesto, no faltan sus famosas portadas publicadas en The New Yorker. Ausente de las galerías desde hace años, Ana Juan explica que la exposición es un resumen de lo que ha sido su trabajo a lo largo de décadas. “A mí me gusta hacer muchas cosas. Ilustrar, esculpir, ensayar con nuevos materiales. Lo malo es que no tengo tiempo ni medios. Disfruto tanto con los pequeños detalles artesanales de la muñeca como esculpiendo una criatura fantástica o haciendo ilustraciones para un nuevo libro.
El concepto de pequeña muestra antológica también está presente en la muestra dedicada a Kitak (Ohio, 1932 – Los Ángeles, 2007) en la sucursal madrileña de Marlborough (Orfila, 3). Una treintena de obras (grandes formatos a todo color) representativas de todas sus etapas reconstruye la carrera de este artista que se reinventó a partir de dos desgracias que marcaron su vida: las críticas negativas recibidas a partir de una exposición en la Tate Modern y el fallecimiento de su segunda esposa.
En Juana de Aizpuru (Barquillo, 44), Alberto García-Alix (León 1956), abre con Horizonte falso un trabajo que se mueven entre lo autobiográfico y la abstracción en el que convierte a personas comunes en personajes y a los paisajes en escenarios de grandes historias.
A mediados de semana llega Foerg Förg (Fuessen, Bavaria, 1952), considerado uno de los artistas europeos más importantes del momento. La galería Heinrich Ehrhardt (San Lorenzo, 11) ha trasformado su espacio habitual y ha crecido hasta una construcción anexa para mostrar una treintena de obras esenciales en su producción.
Con 230 exposiciones y 500 artistas, bueno será el arte para sobrevivir a los malos tiempos.
Babelia
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