Muere Joe Kubert, leyenda del cómic
Fue creador de personajes como el Sargento Rock y Tor Fundó una de las escuelas de dibujo más importantes Tenía 85 años de edad
Había algo en los trazos del dibujante Joe Kubert que daba a las escenas bélicas un dinamismo apabullante. En las viñetas de El as enemigo, un trasunto del Barón Rojo (el mortífero piloto alemán de la I Guerra Mundial), los duelos aéreos se libraban con un ritmo portentoso; casi se podía oír el tableteo de las ametralladoras del Fokker Dr I. Con esa misma destreza visual recreó las aventuras de sus dos personajes más famosos: el Sargento Rock, un héroe a su pesar en el campo de batalla de la Segunda Guerra Mundial (creado junto a Robert Kanigher), y Tor, un tarzán antediluviano con maneras de Conan el Bárbaro. Sumó a este legado la creación de la Escuela Kubert de dibujo y artes gráficas, donde se han formado decenas de autores. Kubert falleció el domingo a los 85 años en Nueva Jersey. Con él desaparece parte de la edad dorada de los cómics de EE UU.
Joseph Kubert nació en 1926 en un pueblo judío polaco de la actual Ucrania. Cuando apenas tenía dos meses, sus padres emigraron a Nueva York. Desde niño ya tuvo claro que su vocación era el dibujo, y sus padres le animaron a dedicarse a ello. Admirador de Hal Foster, Alex Raymond y Milton Caniff, antes de cumplir los veinte años empezó a colaborar para la editorial DC. En el sello de Superman y Batman trabajó la mayor parte de su carrera. Fue llamado a filas durante la guerra de Corea, aunque no entró en combate. Más tarde dio vida a Sgt. Rock (1959) y El as enemigo (1965), entre otros (Tor lo creó en 1953 para otra editorial, St John Publications). Su talento visual se consolidó a lo largo de los años cuarenta y cincuenta en las páginas de Hawkman, el hombre halcón, un personaje creado por Gardner Fox y Dennis Neville. A mediados de los sesenta llegó a ser director de publicaciones de DC y en los setenta inició una serie sobre Tarzán que se convirtió en otro de sus trabajos más elogiados.
Kubert dejó el cargo en DC en 1976, puso en marcha su centro académico, la Kubert School, en Dover, Nueva Jersey, y se centró principalmente en la docencia. En los años noventa, mientras dos de sus cinco hijos, Andy y Adam, despuntaban como dibujantes de superhéroes, regresó con incursiones en la novela gráfica. En Fax from Sarajevo (1996) ilustró el asedio de la capital bosnia a partir del testimonio de su agente editorial en la ex Yugoslavia. El interés por la no-ficción le condujo a recrear una historia en torno al asedio del gueto de Varsovia, titulada Yossel: 19 de abril de 1943 (2003). Kubert explicó que se trataba de imaginar cómo habría sido la vida para su propia familia si no hubiesen emigrado de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial.
Desde mediados de la pasada década, colaboró con la revista militar PS Magazine, creada en los años 50 por el historietista Will Eisner con financiación del Ejército, cuyo propósito era enseñar a los reclutas sobre armamento y maquinaria. Al mismo tiempo, Kubert retomó el personaje del Sargento Rock y de Tor para varias miniseries. A sus 85 años, Kubert seguía dibujando todos los días. Uno de sus últimos proyectos era el álbum Before Watchmen: Nite Owl, firmado junto a su hijo Andy, un episodio de la precuela de la influyente serie Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, considerada un hito de la historia del cómic.
Kubert falleció del domingo en Nueva Jersey tras ser ingresado en un hospital días antes, según confirmaron sus hijos a medios locales. Con su muerte desaparece uno de los integrantes destacados de aquel núcleo de creadores de ascendencia judía que sublimaron el comic-book: los Will Eisner, Jack Kirby, Jerry Siegel y Joe Shuster, Bob Kane, entre otros, incluido el superviviente Stan Lee. Un mundo que tan bien recreó el novelista Michael Chabon en Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay (Mondadori). Una época de artesanos cuyo espíritu transmitió Kubert a las nuevas generaciones de profesionales a través de su escuela de dibujo.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.