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Rubén Pozo: “En la sencillez de Coque Malla reside su grandeza”

Si el parón de Pereza se interpretase como una disección, Leiva se habría quedado con los medios tiempos y la parte más acústica y Rubén con la eléctrica, los riffs y los solos. Pero quedarse en esa diferenciación sería una simpleza, y a la vista (o mejor dicho al oído) de lo que ha presentado cada uno por su lado, la única máxima indiscutible es que el sonido Pereza será siempre parte indisoluble del código genético de ambos.

Fuera de la nave nodriza, Rubén Pozo conoce lo que es la vida. Antes de asociarse con Leiva ya experimentó la atención de los medios y el público, aunque en menor medida, con su anterior banda, Buenas noches Rose.

Sin embargo, esta nueva experiencia seguro le va a sacar de su zona de confort, porque no es lo mismo ampararse detrás del nombre de un conjunto que defender unas canciones avaladas por el tuyo propio. Canciones como las 12 que componen Lo que más, su primer disco en solitario.

Cuenta Rubén que Pereza había acumulado un volumen de temas tal para su próximo disco que les fue imposible ponerse de acuerdo paras confeccionar la lista definitiva. Pero también ha llegado a decir que entre sus preocupaciones actuales no ronda demasiado por su cabeza su alma máter, su proyecto de más éxito, así que sería aventurado hacer vaticinios.

Habrá que ver hacia dónde deriva esta escapada en solitario, pero mientras tanto, sus fans no pueden quejarse de falta de actividad. Para muestra, esta lista confeccionada por el mismo Rubén donde pincha 10 canciones que han marcado sus veranos de adolescencia y algunos más tardíos.

1. Radio Futura - Veneno en la piel. La escuché en un campamento de verano cuando tenía 12 años. Siempre que la escucho me recuerda a ese verano, cuando yo era un chavalín timidillo que empezaba a tocar la guitarra. Creo que anticipó el rollo latino en el pop en castellano. Se ha convertido en un clásico. La música y, sobre todo, la letra, un diez.

2. The Cars - Magic. Es una canción muy ochentera, con mucha energía. La escuché de canijo. Ya en los tres primeros versos dice la palabra verano cuatro veces. Las intenciones de Rick Ocasek estaban claras. Es un hit de verano indiscutible. Lo primero que aprendí a tocar con la guitarra es el riff de Satisfaction (Rolling Stones), lo segundo, las tres notas del riff de Magic. Me siguen gustando The Cars.

3. Manu Chao - Me gustas tú. Allá por el verano de 2001 yo andaba trabajando de socorrista en una piscina privada en Alcalá de Henares. Hacía una sustitución ilegal del socorrista oficial, que era amigo mío y se quería coger 2 meses de vacaciones. Yo no tenía el título ni nada, aunque siempre nadé bien... Vaya, que si entonces se me hubiera ahogado alguien ahora mismo seguiría en la cárcel. Y mi amigo más aun. El caso es que Manu Chao lo estaba petando con esa canción y un grupito de cinco niñas de la urbanización, de no más de ocho años ninguna, me hacían todas las tardes un baile cantando en bucle "Eh, socorrista! me gusta marihuana me gustas tu, me gusta la guitarra me gustas tu". Es una canción con tantos fans como detractores. A mi me parece una genialidad. En la sencillez radica su fuerza.

4. Bob Marley - Waiting in Vain. Esta canción me apasiona. Y Marley está relacionado con el verano en cualquier parte del mundo. Normal, Jamaica es tropical. Desde que lo descubrí creo que es uno de los clásicos del verano. Todo Bob Marley, quiero decir. Waiting in vain es la banda sonora perfecta para todas esas horas muertas del verano, sobre todo si estas solo. Recuerdo haberle dado al repeat del equipo de música y escucharla varias veces seguidas en varios días y varios veranos distintos. Es hipnótica a más no poder. Es hermosa. Es genial. Atención al coro de "while I waiting, while I waiting for my turn". Pura crema.

5. Paulina Rubio - Ni una sola palabra. Si, qué pasa. Hace como cinco años está canción atronó por las FM´s de medio mundo. Confieso haber estado alguna vez distraído y ponerme a silbar la melodía sin darme cuenta. El pop es así y esa es su fuerza. Melodías que se clavan en el subconsciente quieras o no. La canción es de Xabi San Martín, de La oreja de Van Gogh. Cuenta la leyenda que Amaia no se veía mucho cantándola y fue a parar a manos de Paulina. Aunque quizá esto último no sea más que una leyenda urbana. Me parece una gran canción de pop y entiendo el éxito que tuvo y que yo a veces la silbara distraídamente. Xabi me parece de los grandes compositores del pop español. A las pruebas me remito. "Ni una sola palabra, ni gestos ni miradas apasionadas, ni rastro de los besos que antes me dabas hasta el amanece-eh-eh-errrr" Una vez, un verano de hace unos años, me colé en la fiesta privada que Paulina y Colate daban en una casa del centro de Madrid. Me metí en un coche con una gente que acababa de conocer y que estaban invitados, pero eso ya es otra historia...

6. The Rolling stones - Waiting on a friend. Es una canción del disco Tattoo you, el de Start me up. Todo el disco me parece cantidad de veraniego. Recuerdo que mi padre lo ponía mucho cuando yo era pequeño un verano que estuvimos de vacaciones en Palma de Mallorca. Yo no tenía amigos por la zona y, cuando volvíamos de la playa por la tarde, me duchaba y me sentaba en el sofá a escuchar la música que ponía mi padre. No teníamos tele. Creo que ese verano descubrí el poder de las canciones. Tattoo you de los Rolling siempre me recordará ése verano. Si hubiéramos tenido tele tal vez yo ahora no estaría escribiendo esto.

7. King África - Bomba. La verdad es que nunca me gustó. Se que hay que ser magnánimo con las canciones de verano. Las neuronas no están para muchas exigencias cuando los termómetros sobrepasan los cuarenta grados centígrados, pero creo que hay canciones de verano, con su simpleza implícita, con chispa y otras sin nada de chispa. A La Bomba la pongo como canción de verano sin chispa. Esto, claro está, desde mi punto de vista personal e intransferible. Habrá a quien le hiciera mucha gracia. A mi me pareció la misma repetición chorra y estridente aderezado con el bailecito de siempre. No se, Me gustas tú de Manu Chao, por ejemplo, creo que tiene miga debajo de su simpleza. Aun así, respeto total por King Africa. Me pasa con La Bomba y me pasa con Macarena. Canciones muy graciosas y chupis para casi todo el mundo a las que yo no les veo la gracia por ningún lado. Y menos a cuarenta y dos grados a la sombra.

8. Kiko Veneno - Lobo López. Todo el disco Échate un cantecito tiene aroma estival. Esto es indiscutible. Recuerdo un verano en el barrio a mediados de los noventa. Los "descarriados" del barrio nos juntábamos en los soportales con las guitarras españolas a tocar con púa canciones de Extremoduro, Barricada, Rosendo. Poco a poco se nos empezaron a colar canciones de Kiko así como quien no quiere la cosa. Supuso una apertura musical. Me caló hondo su manera de expresarse. Su ternura. Sus expresiones. He elegido Lobo López pero podría elegir cualquiera de este disco o de Está muy bien eso del cariño. Dos discos que ganan con el tiempo. Valen para cualquier verano. El verano del 2052 se podrá escuchar esta canción sin ningún problema. Atemporal.

9. Los Ronaldos - No puedo vivir sin ti. Esto de la canción del verano es muy subjetivo, ¿no? Bueno, pues esta lo fue de mi verano hace tres años. Coque Malla tiene la gracia de hacer canciones sencillas e irresistibles (sobre todo en compañía de Ronaldos). Es un genio con cuatro acordes y cuatro frases. Una vez más en su sencillez radica su grandeza. Recuerdo ponerla antes de salir de casa para entonarme. Recuerdo escucharla por los garitos una vez que ya había salido. Nunca me cansaré de reivindicar a Coque. Gracias por aquel verano.

10. Shakira - Waka waka. La verdad es que nos la metieron por todos los lados en el 2010. Con bailecito incluido. Me hacían mucha gracia los niños por la calle cantándola y bailándola. Por lo que a mi respecta siempre guardaré cariño a esta canción aunque solo sea porque fue el verano en que POR FIN la selección española ganó el mundial. Saca la lengua... porque esto es África (o con este calor casi lo parece).

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