“Ha llegado el momento de una huelga general... trabajando más”
Habrá un día en que Consuelo Císcar será inmortal. De camino a tal condición, deseada de todo corazón por la interesada, ya es una suerte de superheroína de cómic. Valencia, color, calor, fallas, horchata y esa fascinante empalizada capilar coronando un “aquí estoy yo” de no te menees como profesión de fe. La directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), un museo que chuta y chuta con buen rumbo, impresiona en el tú a tú. Como diría Camacho, vamos que nos vamos.
Pregunta. Este periódico montó una especie de campeonato mundial de series de televisión. Han arrasado Los Simpson y querría saber…
Respuesta. ¡Ay, me encantan Los Simpson, me encantan!
P. ¿Puedo saber por qué?
R. Porque la vemos en familia los fines de semana, con los nietos. Ellos hacen comentarios, yo también, y como a veces Los Simpson tienen alguna maldad, les explico: “mira, esto, aunque lo haga Homer Simpson, no está muy bien como ejemplo”.
P. Igual en el fondo, aunque es disparatado y egoísta, todos queremos ser Homer. A lo mejor nos atrae su pasotismo…
R. Su nivel de desconexión.
P. Eso es lo que nos vendría bien en esta ardua vida real, con tanto disgusto personal y colectivo, ¿no?
R. Bueno, hay desconexiones conceptuales y otras más espirituales. Y yo siempre veo la posibilidad de desconectar hacia el interior, bueno, es que yo soy creyente y me beneficio mucho de las conexiones espirituales.
P. Pero desconexiones, ¿de qué tipo?
R. Ah, desde leyendo un tebeo hasta…
P. ¿Es usted de leer tebeos?
R. Yo soy muy de tebeos. Hombre, El Capitán Trueno… es que te estoy hablando de mi edad, que no es ningunas tontería, 66 años.
P. ¿Es este un país de tebeo?
R. Los países tienen sus ciclos, y este tiene ahora encima una crisis muy potente. Desde luego, si algún dibujante comics quisiera hacerlo, tendría un libro grande… sería El libro gordo de Petete de ahora mismo.
P. ¿Nos abrimos directamente las venas?
R. El tema está muy complicado, pero yo siempre recuerdo una frase de Einstein: “Si hay crisis, no hables de ella”. Claro, porque se cae más en ella. De la crisis se sale produciendo.
P. Ah, o sea, que si un día vamos a la huelga general, lo mejor es hacerla en plan japonés, ¿no?, trabajando más…
“Hace tiempo mi madre bautizó este peinado mío como “el Arriba España”
R. Yo sí, es el momento de hacer huelga trabajando más.
P. Ya, pues habrá que cambiar el chip.
R. Bueno, pues habrá que cambiar el chip hacia una sociedad del siglo XXI. Pero a mí, lo que más me preocupa de todo es que no haya diálogo.
P. No es lo que más hay, no…
R. Mira, si Hollande, Merkel y Rajoy se reunieran en un museo en vez de en uno de esos salones tan aburridos, sacarían ideas fuerza y además positivas. Lo verían todo con mejores vibraciones. Además, la acción es lo que da voz a una campana.
P. ¿Cómo dice usted?
R. Una campana, ¿no?, ¡clan! Tú le das al péndulo y actúa. Bueno, pues la gestión es lo que le da acción a la campana que es este país, y hay que gestionar produciendo. Como los chinos.
P. ¿Por qué los españoles tenemos hoy la sensación de que hay un montón de políticos que mangan? Quizá porque los hay.
R. También hay políticos buenos que por rencillas políticas se ven acusados de algo que al final sale que no han hecho. Y los medios de comunicación...
P. Nos cebamos, quiere decir.
R. Mucho. Muchísimo. Entráis al trapo. La lluvia cae de las nubes, pero los hombres la hacen ácida. Y luego yo digo: no hay mal que perturbe a un hombre de bien. Pero vivimos una época muy tensionada. Ya hemos vivido una guerra civil, y...
P. Por algo pintó Goya su Duelo a garrotazos. Yo creo que esa imagen sigue vigente.
R. Sí, desgraciadamente.
P. Y el “¡que se jodan!” de la señora Fabra no ayuda. ¿Qué opina de ella?
R. Mira, Andrea Fabra dio unas explicaciones. Dijo que aquello no iba dedicado a los parados sino al PSOE.
P. A siete millones de votantes, entonces.
R. Dijo que el PSOE le había insultado. Esto se ha exagerado.
P. Hombre, insultos en el Parlamento no es broma...
R. ¡Uy, pues si vienes al Parlament de Valencia oirás de todo: “¡Ladrón! ¡Puta!”.
P. Pues puestos a insultarse como arrabaleros, es mejor ponerse morados a tobas, como hacen los diputados en Corea y Singapur y por ahí...
R. Ay, a mí me encantaría. Si te alteran la sangre, pues pegas.
P. ¿A qué le tiene miedo?
R. A subir a los aviones. Aunque parezca mentira.
P. ¿Y cómo se lo monta?
“Si vas al Parlament de Valencia oirásde todo: ‘¡Ladrón! ¡Puta!”
R. Con autodominio.
P. Ya, y con pastillamen...
R. Pues no, con sufrimiento.
P. ¿A qué más le tiene miedo?
R. A la mentira. A la maldad.
P. ¿A la muerte?
R. ¡¡Ay mare de deu!! A lo que más. No quiero morirme, siempre tengo cosas que hacer.
P. Pero imagínese que se abre esa puerta y aparece el diablo o alguien y le propone ser inmortal. Qué pereza, ¿no?
R. Ay, noooo. ¿Inmortal en otros momentos y con otra gente? ¡Qué alegría!
P. Oiga, antes, cuando hemos hablado de Los Simpson...
R. ¿Qué?
P. Que yo, cuando veo a Marge Simpson y esos pelos disparados para arriba, le veo a usted.
R. ¡Ja, ja, ja, ja! Es la primera vez que me lo dicen.
P. ¿Cómo son sus mañanas con ese pelo?
R. Mis mañanas son estupendas (risas). Para hacerme esta cosita, este peinado mío que mi madre bautizó como “el Arriba España” (risas indiscriminadas)...
P. Tienen buena relación, el “Arriba España” y usted...
R. No podría vivir sin él.
P. Es fascinante. Parece un pelo que ha tomado viagra.
R. Muy bueno. Pero lo que toma es laca y la cosa esa que te pringa... espuma, que me deja hacerme con el pelo lo que quiera. Entonces me estiro así (reproduce el gesto) y es como si me estirara un poquito el conocimiento. Y entonces voy creciendo en ideas.
P. Consuelo...
R. Me lo han declarado Bien de Interés Cultural, ¿eh?
P. ¿El qué?
R. ¡Mi pelo! (risas con hipos).
P. ¿Qué es la valencianidad, si eso existe? ¿No es un mito todo eso de la mediterraneidad, la creatividad, el colorido...?
R. No, es de verdad. Mira los artistas falleros: crean auténticas esculturas que además sirven de crítica social.
P. ¡Y luego las queman! Parecen ustedes de Bilbao, más que de Valencia.
R. El fuego lo purifica todo. Los malos presagios también.
Babelia
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