Aaron Sorkin cabalga de nuevo en la televisión con el debut de 'The Newsroom'
El creador de 'El ala oeste de la Casa Blanca' estrena una serie periodística
Lo que le gustaría a Aaron Sorkin es escribir El Quijote. Pero como ya está escrito y el intelecto, dice, no le llega para tanto, el guionista de El ala oeste y ganador del Oscar por La red social cabalga de nuevo en su medio, creador de una nueva serie centrada, precisamente, en el mundo de la televisión. The Newsroom (La redacción), que comienzahoy comienza su emisión en la cadena estadounidese HBO (Canal + la estrenará en España en septiembre) se adentra en el mundo del periodismo televisivo, un medio al que Sorkin, 51 años, quiere darle el mismo tratamiento que le dio a los políticos en El ala oeste.
“Entonces escribí una versión idealizada y romántica de nuestros líderes en un momento en el que nos dominaba el cinismo sobre nuestros políticos o gobernantes. Ahora quiero hacer lo mismo con los periodistas”, resume sobre sus intenciones. Para ello ha creado una cadena ficticia, Atlantis Cable News, y unos periodistas que jura y perjura son fruto de su imaginación (con Jeff Daniel como el presentador Will McAvoy y Emily Mortimer como la productora MacKenzie MacHale) que trabajan en un mundo donde las noticias son reales.
Sorkin arranca su serie hace tan solo dos años, cuando el Golfo de México sufría el peor vertido de crudo de la historia, el Tea Party radicalizaba la derecha conservadora estadounidense y en Arizona entraba en vigor una de las políticas más antiinmigrantes de un país de inmigrantes. El escritor escogió ese momento en la historia porque necesitaba centrar su mundo ideal en uno real. “Y porque es un gran elemento dramático que la audiencia pueda saber más que los protagonistas de la historia”, añade pensando como un guionista. Pero en su decisión también está el hecho de que fue aproximadamente entonces cuando se sintió como el protagonista de Network, una de sus películas preferidas pero que este optimista por naturaleza siempre pensó que era demasiado negativa.
“Sólo en los últimos años me identifiqué con la furia de su protagonista. Cuando comencé a ver que nos habían arrebatado la verdad, que las historias ya no están basadas en hechos reales y que los informativos buscan espectadores, no noticias. Cuando me di cuenta que la barrera entre noticia y espectáculo había desaparecido”, explica.
Una declaración de principios con el sello Sorkin que difícilmente comulga con lo que este escritor criado desde su más tierna infancia a base de musicales como El hombre de la Mancha o Camelot y que se relee El Quijote “como la Biblia, de atrás adelante”, dice que ha querido hacer con The Newsroom. “No soy un activista, ni quiero convencer a nadie de nada. The Newsroom es una comedia romántica que transcurre en un lugar de trabajo y durante un momento real en la historia. Una serie con la que pasar un buen rato. Nada más”, afirma a quien le quiera oír. Un argumento que poco tiene que ver con las primeras críticas recibidas en EEUU por la serie y que subrayan la tendencia de este escritor a sentar cátedra. A Sorkin los comentarios no le pillan por sorpresa –“la televisión por naturaleza no está acostumbrada a entrar en política”- y por eso se alegra de haber rodado toda la primera temporada, un total de diez episodios, antes de su emisión en antena. Así no se dejará influir por juicios ajenos. Porque el guionista trabaja solo. Da igual que colabore con un amplio grupo de escritores. Como subraya cualquiera que le conoce, Sorkin se lo escribe todo aunque se apoye en lo que otros le aporten. También está diariamente en los ensayos de guión, en los de cámara y hasta en el rodaje de una serie que también produce. Una incesante jornada laboral que apenas le deja tiempo para una vida personal salpicada por “algunas citas” con Kristen Davis, la ex Sexo en Nueva York, con quien ha sido visto este divorciado padre de una hija “que pone la mejor de las sonrisas en mi rostro”.
El resto es trabajo. En The Newsroom, en la esperanza de una segunda temporada; en Steve Jobs, esa biografía cinematográfica en la que todavía no ha empezado a trabajar basada en el libro de Walter Isaacson, o en ese musical que prepara para Hugh Jackman junto al compositor Stephen Schwartz sobre la figura de Houdini. También le gustaría escribir ciencia ficción o thrillers o novela policiaca “Pero no puedo, me faltan esos genes”, asegura alguien que no se cree inteligente sino rodeado de gente inteligente. Alguien que como dice disfruta del sonido de la inteligencia que no posee pero que tiene “el don de imitar fonéticamente”, un sonido del que quiere rodear a un su público con diálogos rápidos, divertidos y además cargados de contenido. Ese es su único deseo. “Y quizá que la gente lea El Quijote”, apostilla ya puestos.
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