La traducción sonora de Obama
The Roots, la mejor banda de ‘hip hop’ que puede verse en los escenarios, actúa como cabeza de cartel en el Sónar, que empieza el próximo jueves
Si existe una banda que pudiera ser la traducción musical del concepto Barack Obama, ésa es, sin duda, The Roots. Controvertidos en EEUU y adorados en Europa. Activistas pero jamás dogmáticos. Respetuosos con la tradición pero comprometidos con el presente. El combo liderado por Questlove, uno de los mejores baterías del mundo, trae su reformulación de la cultura afroamericana contemporánea al Sónar.
“Cuando nadie nos quería en EEUU, tuvimos que emigrar a Europa y girar y girar Questlove
“Preferiría no responder a esa pregunta….”. Questlove, batería y factótum de The Roots, una de los colectivos hiphoperos más relevantes de los últimos 20 años, banda de acompañamiento en el programa de la NBC Late night with Jimmy Fallon, creyente incondicional de la religión Obama y una de las últimas personas que tuvo la oportunidad de planear un futuro musical junto a Amy Winehouse se ha puesto serio. Se encuentra en un hotel en Los Ángeles y lleva media hora respondiendo cuestiones al respecto del pasado y el presente del hip hop, su próxima actuación en el Sónar, su polémica con la congresista republicana Michelle Bachmann –cuando entró en el plató de Fallon la banda interpretó una versión de Lying ass bitch, de Fishbone-, su intacta fe en la administración Obama, su magnífico último disco (Undun) e incluso sobre la única vez que se pegó con su compañero de instituto y socio al frente de The Roots, Black Thought. Después del incidente, ambos viajan en autobuses distintos y ése es, según el batería, el secreto de la longevidad del combo. Pero esta vez parece haberse quedado sin palabras.
Son la banda residente del late night de la NBC de Jimmy Fallon
Y es que, si por algo destaca este personaje (nombre real Ahmir Thompson) nacido en Filadelfia hace 41 años es por haberse convertido en ente aglutinador de una serie de ideas y conceptos que han trascendido las ya de por sí muchas virtudes de su banda. Empezó a tocar la batería con dos años –sus padres eran músicos y salía más barato llevare al niño de gira que contratar una canguro-, y cuando reunió a su banda con apenas 16 años, se la llevó a actuar por Europa, convencido de que su país natal aún no estaba preparado para su forma de entender el hip hop, orgánico, musical, comprometido y maduro. “Somos una banda que se ha fogueado toda la vida en directo. Hemos dados más de 200 conciertos al año durante más de 20 años, y una de nuestras primeras plazas ha sido Europa”, recuerda Questlove. “Cuando nadie nos quería en EEUU, tuvimos que emigrar a Europa y girar y girar. Por eso ahora, venir a un festival como Sónar para mí es una suerte de vuelta a los orígenes, de cerrar el círculo. Siempre se nos ha entendido bien en Europa. Siento que conectamos con lo que el público en vuestro continente espera del hip hop. En EEUU, las tendencias del género casi siempre han ido en nuestra contra”.
Así, cuando la banda finalmente logró firmar por el sello MCA, lo primero que se le pasó por la cabeza a Questlove fue la necesidad de armar un colectivo afín que asegurara la relevancia de The Roots más allá de los vaivenes de un género. “No es que quiera echarme flores, pero fui yo quien le recomendó a nuestro sello fichar a Mos Def o Common. Una de las ideas sobre las que siempre quise trabajar era la de crear una gran familia de músicos, un colectivo que fiera más allá de The Roots y a través del cual se pudiera expresar una concepción similar de la música. Nosotros llegamos antes y, en vez de querer eliminar la competencia, ayudamos a que ésta consiguiera un contrato discográfico. Cuando conseguimos un poco de dinero, contratamos un chef y corrimos la vez de que había comida gratis en mi casa. Vinieron todos a gorrear, desde Mos hasta Jill Scott. Ahí nació todo. Sabía que lo de la comida no fallaría”.
“No es que quiera echarme flores, pero fui yo quien le recomendó a nuestro sello fichar a Mos Def o Common Questlove
A pesar de haber trabajado con Jay Z, Will Smith, Duffy o Evanescence y haber sido nombrado uno de los mejores baterías de la historia por la revista Rolling Stone, Questlove es consciente de que el perfil público de su banda ha cambiado desde su aparición en el programa de Jimmy Fallon y su activismo en favor de la causa Obama. Esto último es fruto de una forma de entender el compromiso político que rompe con la mayoría de los tópicos del músico comprometido con la foto promocional. “Sé que existe mucha gente que está decepcionada con la labor de la administración Obama, pero yo ya sabía desde el principio que esta legislatura solo podía gestionarse cómo él lo hizo. La segunda es la buena. Por eso esta vez me voy a volver a involucrar, y lo haré como en la primera ocasión, no como un músico que va a pasar el rato, sino como el tipo que hace llamadas, fotocopias y café”, explica el batería, quien junto a su combo puso banda sonora a la aparición del presidente en el programa de Fallon reclamando que no se endurecieran los préstamos a los estudiantes.
Por otra parte, la misma aparición en el late show es fruto de un plan que va más allá de los 15 minutos de gloria catódica. “Mira, esta es una banda que jamás ha ensayado. Nunca. No teníamos tiempo. Los directos eran los ensayos”, recuerda. “Cuando nos llegó al oferta de Fallon pensé que sería una buena oportunidad para mantener el grupo unido y crear una rutina de ensayos. Así, las pruebas de sonido para el programa nos han ayudado a darle un perfil nuevo y Undun es fruto de ellos, por eso es un álbum más compacto, más coherente. Por otra parte, aceptando la oferta de aparecer en un programa de televisión sabía que muchos fans se enfadarían, y eso no podía ser más que bueno. Las expectativas sobre que pudiésemos no solo hacer un buen papel ahí sino volver a editar un buen álbum eran bajísimas. Solo podíamos triunfar”. Y lo hicieron. Undun es uno de los mejores largos de una carrera plagada de grandes momentos y, eso sí, alguna que otra metedura de pata.
“Mira, te voy a responder esa maldita pregunta, pero sé que me voy a arrepentir: sí, creo que los Sixers pueden ganar el anillo en los próximos dos años. Y Dios me perdone por decir eso en público, porque, la verdad, algunos de los peores momentos que recuerdo tiene que ver conmigo anunciando que algún equipo de Filadelfia va a ganar algo”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.