El chico de oro de la electrónica española
Sin haber lanzado todavía su primer álbum, Pional es ya una de las más refrescantes referencias de la música electrónica española actual El jueves y el sábado actúa en Primavera Sound y en dos semanas lo hará en Sónar
Acababa de apalabrar su primer tema con Hivern, el sello de electrónica barcelonés que dirige Oriol Riverola (John Talabot) y pensó en empezar de cero. Hacía falta un nombre nuevo. Y no recuerda cómo fue exactamente, pero trasteando en Google y jugando con la palabra “piano” salió eso tan raro y hermoso de Pional. Era perfecto. Mandó el tema, lo plancharon y puso a rodar uno de los proyectos más interesantes de la electrónica europea actual. El madrileño Miguel Barros (de 26 años) se ha convertido así en miembro de honor de una brillante generación de jóvenes productores que no procede de la cultura de club y las borrosas noches de techno (cuando empezó a producir no tenía ni edad para entrar en las discotecas) y que, paradójicamente y desde fuera, han evolucionado esa estancada escena en España.
“Es que nunca me ha gustado lo de las discotecas. Y ahora me he cansado un poco de Madrid y de los sitios de aquí. La música ha empeorado, el alcohol es malo, el sonido es horrible… todo eso añadido a que tienes alrededor a un montón de macarras… al final me quedo por mi zona con una copa de balón escuchando Miles Davis con amigos”, explica en una terraza con un pincho de tortilla delante. Y de ahí, de su barrio, en el madrileño parque de Berlín, casi solo se mueve para salir de bolo por España y Europa.
Nunca me ha gustado lo de las discotecas. La música ha empeorado, el alcohol es malo, el sonido es horrible...
Es raro encontrar en el circuito de la electrónica de baile a alguien que sienta la música de una forma tan orgánica, que trate de comprender el origen y la estructura del sonido sintético. Un tipo a quien preocupe la concordancia armónica y tonal de las canciones cuando pincha, aunque lleve tan poco tiempo haciéndolo y casi por obligación promocional. Con un estilo entre el house y el new disco luminoso (por poner alguna etiqueta), en todas sus canciones toca los instrumentos que aparecen, incluido la voz y la batería electrónica en los directos. Y todo suena bien. Tanto que, si la cosa no se tuerce, está en proceso de componer un par de temas para el nuevo disco de Kylie Minoge como ghost writer, algo que de forma más prosaica y española sería un negro musical.
John Talabot, su amigo, compañero y jefe de sello, además, se lo lleva ahora de gira mundial para presentar en directo su álbum Fin. Empiezan en el Primavera Sound el próximo jueves, dos semanas después estarán en Sónar y luego pondrán rumbo a EE UU, de costa a costa. Así que con tanto ajetreo –acaba de dejar su trabajo en una empresa de doblaje—, Pional no sabe de dónde demonios sacará tiempo para darle forma a su primer LP. “En junio haré un EP nuevo y alguna remezcla. Quizá para la próxima primavera ya estará el álbum. No sé cómo sonará, le doy vueltas, pero tengo que sentarme tranquilamente y pensar”.
Para junio prepara su próximo EP y espera poder lanzar su álbum de debut la próxima primavera
Mientras tanto, no para de firmar remixes. El último ha sido para The Rapture, uno de los grandes grupos del momento y gran apuesta del sello DFA. Pero mientras hace la entrevista, su manager le llama para ofrecerle otro de una importante banda. Por algún motivo que no alcanza a comprender (se nota que le molesta un poco), su música ha tenido y sigue teniendo más repercusión fuera de España. De hecho, su debut en concierto fue en Dinamarca y la primera vez que pinchó, en Berlín.
Tampoco es común ver a un tipo haciendo un directo de electrónica a las cuatro de la madrugada y que de pronto coja el micro y se arranque a cantar sin vaciar la pista. Además, los temas que compone siempre incorporan unas letras bastante particulares. “Normalmente, empiezo las canciones con algo de percusión para el ritmo. Luego saco una línea melódica y termino pensando alguna melodía vocal tarareando algo”. Dice que no sabe suficiente inglés para escribirlas y las saca de guiones de películas o series (le debe venir de su etapa en el mundo del doblaje), como en una especie de collage referencial. De hecho, la letra y el título de uno de sus mejores EP’s pertenece a la serie de culto Lost. “We have been waiting for you es la última frase de la serie. Es lo que le dice John Locke a Jack en la Iglesia”. La frase, por otro lado, también podría aplicarse a lo que uno siente al escuchar su música por primera vez.
Babelia
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