Los españoles reconstruyen Bagdad
El despacho de arquitectos AV62, de Barcelona, gana el concurso de ideas para la revitalización del emblemático barrio de Adhamiya involucrando a sus habitantes
El despacho de arquitectos AV62, de Barcelona, formado por Victoria Garriga, Toño Foraster, Pedro García del Barrio y Pedro Azara, ha ganado el concurso de ideas para la revitalización del barrio de Adhamiya, en Bagdad, un emblemático enclave suní de cerca de 400.000 habitantes, que forma parte de la gran metrópolis de siete millones que serpentea a lo largo del Tigris. El mes que viene viajarán para recibir el premio de manos del primer ministro Al Maliki y del alcalde de Bagdad, y esperan, con buenas razones, recibir el encargo para la realización del proyecto.
Si así fuera —en un momento en que el sector atraviesa una profunda crisis en España—, su despacho se convertiría en una privilegiada plataforma para la reconstrucción de la capital iraquí, devastada por años de guerras y destrozos, todavía frágil social y políticamente, pero donde la combinación de un incipiente sistema democrático con una amplia disponibilidad de financiación abre todo tipo de posibilidades.
Las autoridades iraquíes se enfrentan, básicamente, a dos modelos de reconstrucción de las grandes ciudades: por un lado “el que viene del otro lado del Golfo, de Dubai, de Doha, que es un modelo 3D Project manager en el que se le dice al político: ‘Dame un espacio y yo te pongo esto en tres años; dame el dinero y tú ya vendrás a cortar la cinta’. El otro es el modelo europeo, que es consciente de que las ciudades son un hojaldre y están llenas de gente y no de edificios, y que tratan de hacer la ciudad contemporánea reconstruyendo mil veces la ciudad histórica”, explica García del Barrio.
Por suerte para la gente de AV62 en el caso de Adhamiya aplicar el modelo Dubai era inviable, porque en un sistema democrático es imposible desplazar a la población y derruir el barrio sin que los votantes no pasen factura. “Nosotros preferimos trabajar sobre las redes actuales por un lado involucrando a los habitantes del barrio en la tarea de recuperar su territorio y por otra creando equipamientos públicos que tendremos que colocar en el río, porque es difícil encontrar suelo disponible”, explican. En estos momentos, en Bagdad, la calle es un lugar inhóspito del que nadie quiere hacerse cargo, porque es de donde llega el peligro, el atentado suicida, la inseguridad. Por eso está abandonada y muy deteriorada, apuntan. Para rescatarl la textura y devolver la calle a los ciudadanos el estudiod AV62 piensa aplicar el modelo de la campaña Barcelona posat guapa, que consiguió la recuperación de las fachadas modernistas del Ensanche por medio de incentivos fiscales y ayudas, y que se ha convertido en un referente internacional. “Nuestra propuesta”, añaden, “favorecerá las complicidades entre los agentes económicos y sociales involucrados en el proceso”.
No olvidan el elemento simbólico. “Hemos propuesto un puente que enlace las dos mezquitas, la chií y la suní. Temíamos un rechazo, pero ha sido lo contrario, porque el municipio de Bagdad, que en los últimos tiempos estaba trabajando en los barrios chiíes, piensa que con este proyecto se apuntan el tanto de que empiezan a intervenir en los barrios suníes”. El trágico episodio de la avalancha de septiembre de 2005 en el puente al-Aaimmah, que une Adhamiya con el barrio chií de Kadhamiya, también se integra en el proyecto. Además de rehabilitar el viejo puente y cubrirlo para dotar de sombra el recorrido, proponen construir un nuevo puente entre Adhamiya y Kadhamiya para reforzar la relación física y simbólica de los dos barrios, entendiendo que el puente es un elemento fundamental de conexión real y de reconciliación simbólica.
Los arquitectos españoles quieren que el proyecto “transmita una imagen de futuro ilusionante, de bienestar urbano y convivencia pacífica”, y en este sentido hay otro elemento simbólico: utilizar los muros de hormigón que instalaron los estadounidenses para dividir el barrio y controlarlo, tumbándolos para construir una carretera costera.
Pero quizás el elemento más emblemático, y más cercano a los habitantes, es el de la generación de sombra; la sombra como un lugar cívico, como un lugar para la colectividad, en una zona en la que en verano se llega a los 50 grados. Para ello han diseñado una pérgola que define una altura reguladora máxima para la edificación futura y dota con energía renovable todo el trazado de calles. “Da frescor y sombra, es un elemento urbano de fácil fabricación que permite la recuperación sencilla y rápida de las calles de este barrio y hace que la comunidad participe en el proceso de rehabilitación y de mejora de las condiciones de habitabilidad y del espacio urbano”.
Foraster reconoce que ha habido “un enamoramiento del país que ha supuesto una inyección de energía que ha hecho posible realizar el proyecto”, pese a que al principio las dificultades eran tremendas, incluido el hecho de no poder ni acercarse al barrio en cuestión. “Pero la estructura, tanto política como social, está finalmente fraguando y ahora ya algunos admiten que no estamos locos, cuando hasta hace muy poco todos nos tomaban por pirados”, explica Victoria Garriga. La situación mejora muy rápidamente, añaden. Su estudio —la oficina internacional y local de planificación que garantizará la ejecución del proyecto en el tiempo del mandato municipal y el ajuste de los presupuestos— la instalarán en un pantalán en el río, como un anticipo del modelo de equipamientos públicos.
La pregunta obvia es: ¿cómo ha llegado este estudio español a hacerse un hueco en Irak? Porque también tienen proyectos en Mosul y en Kabul, entre otros lugares. “Somos un estudio de arquitectura que tiene el mundo como escenario”, aseguran. “Podríamos estar hablando de Caracas, de Singapur, donde ya estamos, de Brasil... Entre todos atesoramos una experiencia de unos 15 años en actividad internacional, hemos hecho ordenación del territorio en Cuba y Argentina, también en Marruecos. Ahora toca Irak. Estamos en Mosul y Arbil; y en su momento nos presentamos al concurso del Museo Arqueológico de Afganistán en Kabul”.
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