Julio Medem: la mirada española en ‘7 días en La Habana’

Hace un año, el proyecto 7 días en La Habana enlazó el rodaje en la capital cubana de sendos capítulos, uno por cada día de la semana, con seis cineastas conocidos internacionalmente y un actor con ganas de ponerse detrás de las cámaras. El sexteto lo conforman Gaspar Noé, Pablo Trapero, Julio Medem, Elia Suleiman, Juan Carlos Tabío y Laurent Cantet, y el recién llegado es Benicio del Toro. Todos han llevado hacia sus mundos los guiones de Leonardo Padura, y el resultado se ha estrenado en Cannes dentro de la sección Una cierta mirada.

Salvo Tabío, el resto se ha fotografiado en el palacio de festivales encantados con el resultado. Y Medem (San Sebastián, 1958) ha sido de los primeros en explicar cómo fue el proceso. De los capítulos no se puede contar mucho, porque solo al final el espectador —que puede jugar a las adivinanzas— descubre quién ha dirigido qué día. "Me llamó Álvaro Longoria, el productor del proyecto, cuando estaba en Los Ángeles inmerso en la escritura de Aspasia", cuenta el cineasta, que ya conocía La Habana desde el estreno allí de Tierra. "Y dudé porque el libro era, y es, importante, pero me apetecía volver a rodar". Medem fue el último de los siete en filmar. "Tuve dos semanas de preproducción y una de rodaje hace ya un año", para una historia muy romántica. "Creo que en el fondo a todos nos movía que creábamos una mirada hacia ellos que considero buena, que la película nos acercaba a los cubanos y que en el fondo deseamos que les sirva a ellos también".

En el caso de Medem, su corto, que respeta escrupulosamente la duración prefijada de 18 minutos, "se centra en un día en el que arranco de algo social para llegar a algo particular", es decir, ¿es posible una auténtica relación amorosa entre un español, encarnado por Daniel Brühl, y una cubana que se han conocido en la isla? "Yo respeté el retrato y a la vez doy mi visión. Me gustaba mucho que en mi historia el punto de vista no era el del extranjero, el externo, sino el cubano". Al cineasta, la situación de la isla le preocupa: "Está todo tan parado… todos deseamos que se vayan abriendo poco a poco. Pero en general están esperando. En mi corto esa espera y ese transitar por la duda están muy presentes". Y del resto tiene claro "lo bonito de tan diferentes miradas; me siento muy a gusto dentro de este grupo de cineastas". Porque la película "apela a lo poliédrico, a lo polifónico".

No es la primera propuesta que ha recibido Julio Medem de trabajar en películas por episodios: por un conflicto personal de fechas no pudo hacerse cargo del distrito 15 en Paris, je t’aime. Ahora le vuelve a picar el gusanillo de filmar tras meses y meses encerrado escribiendo el libro Aspasia, y prepara su siguiente largo. "Se llamará Los bosques de Jon y será un thriller rodado en inglés, con algo de español y euskera, que filmaré entre California, Miami y España. Se centra en el mundo del jai alai [de ahí Miami], el thriller tiene tanto de psicológico como de físico, y es una cacería protagonizada por un español. Me gusta porque aporta mucha novedad en el lenguaje, aunque hay ecos de Vacas, de Los amantes del círculo polar y de Lucía y el sexo. Ya hay productor". Y, por supuesto, en el corazón de la película reside "una historia de amor".