Esas frases de madre grabadas a fuego
Después del éxito de su blog, Amaya Ascunce recopila en 'Cómo no ser una drama mamá' 101 consejos maternales sabios, aterradores o absurdos que nos devuelven a la niñez
Amaya Ascunce (Pamplona, 1979) lleva varias cosas en el bolso por si acaso. Limpia los interruptores de la luz y se toma el zumo rápido antes de que se le vayan las vitaminas. Cada vez que se tragaba un chicle de niña estaba aterrada por si se le pegaban las tripas. Es de las que ha desayunado pescado y ha merendado bocadillo de lentejas. A los 33 años, todavía guarda dos horas de digestión antes de entrar al agua y se recoge el pelo cuando va a visitar a su madre. Porque su madre, como toda madre, marca mucho.
Con Cómo no ser una drama mamá. Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir (Planeta), Ascunce ha salido del armario. Y es que durante dos años y medio, esta periodista había sido simplemente La nena (“nena, ¿crees que soy la dueña del Banco de España?, “nena, como te caigas, encima te doy”), la sufrida hija de los a veces sabios, a veces aterradores, y muchas veces absurdos consejos de una progenitora de armas tomar, que iba desgranando, con el humor y la ironía que permite el anonimato, en el blog del mismo nombre.
El fenómeno en Internet empezó a crecer (19.000 usuarios únicos en abril, más de 5.600 fans en Facebook, 1.500 seguidores en Twitter), y ahora se ha materializado en libro, que salió a la venta el pasado día 3. Con una intensa campaña de promoción en vísperas del Día de la Madre, se ha situado entre los más vendidos en webs como Amazon y Fnac. La segunda edición estará disponible el martes 15.
“Es muy fácil tener un blog anónimo y decir barbaridades sobre tu madre”, dice la actual coordinadora de la web de Elle. Solo su novio, su hermana y tres o cuatro personas más sabían quién estaba detrás de la bitácora. “Pero me empecé a asustar cuando dos personas que conozco me hablaron del blog, sin saber que yo era la autora”. Así que decidió confesar antes de que la pillaran. “Al principio fue duro, me daba vergüenza y me autocensuraba al escribir”, explica. Pero lo que no se esperaba era la reacción de la protagonista involuntaria de su bitácora: “Si te tienes que hacer rica riéndote de tu madre, pues nada, que así sea”, le dijo su progenitora.
“En realidad es una mujer muy culta, trabajadora, muy cariñosa y con mucho sentido del humor”, cuenta Ascunce de la verdadera drama mamá, término con el que define a la madre exagerada, que trata de asustarte para captar tu atención. La periodista asegura que ha oído en su boca todas las frases del libro, aunque alguna es original de su abuela (“hay que limpiar, que viene la chica”) o de su padre (“échate un novio pudiente, creyente y sin pendiente”). “El 95% de las historias que cuento sucedieron de verdad, aunque están exageradas. De pequeña, era muy revoltosa, nerviosa, mala comedora…He hecho a mi madre mucho más drama mamá de lo que lo hubiera sido solo con mi hermana, que era mucho más tranquila”, afirma.
Al principio, creía que su madre “tenía tantos dejes, repetía tanto las cosas y era tan pesada” por deformación profesional, pues era maestra de niños pequeños. Pero con los comentarios de los lectores a su blog, se dio cuenta de que el mundo está lleno de drama mamás, algunas de cuyas expresiones ha incluido en el libro.
“Nada de lo que digo es muy original. Son expresiones que utilizan todas las madres”, admite. De hecho, #frasesdemadre es una etiqueta recurrente en Twitter. Pero precisamente ahí está la clave del éxito del blog, y ahora del libro: todos nos reconocemos en esos consejos maternales, evocamos nuestra infancia y las frases que nos decían, y que se han quedado grabadas en nuestro cerebro hasta que vuelven a aflorar con nuestros propios hijos.
Consejos universales
Estas son algunas de las frases más populares (leídas o recibidas por los propios lectores) del blog Cómo no ser una drama mamá:
Babelia
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