Victoria local
Love Of Lesbian se meten en el bolsillo al público del SOS Murcia frente a propuestas foráneas
Santi Balmes se ha hecho al éxito. Parece mentira la facilidad con la que este antiguo profesor controla su nueva situación como líder de uno de los éxitos más inesperados del pop español, Love Of Lesbian. El grupo catalán es, sin discusión, uno de los más importantes del momento en términosde tirón popular. Y quien quiera comprobarlo no tiene más que pasarse por los festivales en los que actuarán este verano. Lo más seguro es que vean algo parecido a lo que pasó anoche en el SOS Murcia. Allí, más de 30.000 personas esperaron hasta las dos de la madrugada a que el grupo saliera al escenario a dar su concierto, en lo que fue el punto álgido de la jornada final del certamen.
Las dos bandas que les habían precedido en ese mismo escenario, los escoceses Mogwai y los estadounidenses Flaming Lips optaron por convertir sus directos en pruebas de resistencia para la audiencia. Los primeros empezaron sin ritmo por culpa de unos problemas técnicos y terminaron con una especie de revisión arty del metal extremo. Más de una hora de letanías instrumentales, de bombardeo sonoro, de guitarras a volumen máximo y de inacabables tormentas de sonido. Muy potentes, sí, pero también muy pesados en ocasiones. Los Flaming Lips le han quitado todo el encanto a su espectáculo a base de repetirlo con leves modificaciones durante más de diez años. Da igual lo trabajado que esté su show. Lo suyo es hoy una especie de empanada pseudojipi y por muchos kilos de confeti que tiren al público, tipos disfrazados que suban al escenario o trucos circenses que usen resulta aburrido hasta lo insufrible.
Love Of Lesbian traían al festival lo que el público quería: canciones que podían tararear y aplaudir, temas que gustarán o no, que podrán parecer de una blandura casi fofa o grandiosos himnos pop según el gusto del oyente, pero que defienden con soltura y contundencia y con las que crearon el clímax del festival. Los barceloneses triunfaron en lo que parece el anticipo de un paseo victorioso por toda España para presentar su nuevo disco, La noche eterna: los días no vividos, que pondrán a la venta el 22 de mayo. Ya lo van desgranando sobre el escenario. De hecho, anoche comenzaron su directo, a las 2.15, con uno de sus nuevos temas. Que, para quien no controle su repertorio, les parecerán virtualmente indistinguibles de todo lo anterior. Ellos, que conocen sus armas perfectamente, fueron intercalando esa media docena de canciones que nunca les fallan, dejándolas caer en intervalos regulares, y el público se rindió sin condiciones. Fue un auténtico baño de masas del grupo.
Flaming Lips han quitado todo encanto a su espectáculo a base de repetirlo con leves modificaciones
Había sido por lo demás una noche sin demasiada historia. Con mucho sabor español, eso sí. Antonia Font, El Columpio Asesino, Bigott o la banda murciana Klaus and Kinski, que disfrutó de la ventaja de jugar en casa, habían hecho conciertos resultones y aparentes que sirvieron de calentamiento. El recinto tardó en llenarse bastante más que la noche anterior, aunque quizás las gotas de lluvia que cayeron durante todo el día hicieron que algunos se lo pensarán dos veces antes de acudir a La Fica. A la hora de escribir estas líneas, los más rezagados todavía rondan por la zona, que ya ha cerrado definitivamente sus puertas hasta el año que viene. Si se tercia, que tal y como están las cosas, quién sabe lo que puede pasar en 2013. Según la organización, 64.000 personas han visitado el recinto en las últimas 48 horas. La disminución de presupuesto, de los cuatro millones de euros de 2011 a los 3.400.000 de esta edición, no ha menguado el interés del público en un certamen que, en apariencia, está totalmente asentado dentro del cambiante circuito de festivales musicales españoles.
Babelia
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