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La felicidad anida en cualquier sitio

El domingo, con EL PAÍS, la comedia francesa 'Bienvenidos al norte', uno de los taquillazos de la historia de su país

Gregorio Belinchón

Al norte de Francia, el frío, la lluvia y la oscuridad marcan el día a día. Al menos eso creen el resto de sus compatriotas de la región de Pas-de Calais, pegada a Bélgica. Y de tamaño prejuicio –que como todos, se basa en hechos reales pero exagerados al paroxismo-, Dany Boon, cómico francés hasta ese momento conocido en su país y nacido en esa región, creo un guion, y de él nació una película, y de ella un fenómeno de masas: Bienvenidos al norte, una hábil radiografía de lo que significa ser francés, de que la felicidad no se puede cuantificar matemáticamente ni reducir a lo crematístico… y que, por supuesto, se encuentra en cualquier parte.

Fotograma de 'Bienvenidos al norte'.
Fotograma de 'Bienvenidos al norte'.

El protagonista de Bienvenidos al norte nace de uno de los monólogos más populares de Boon, en el que, con acento cerrado, transmutaba en duro hombre del norte. Su título original, Bienvenue chez les Ch'tis, literalmente Bienvenido al país de los Ch'tis, procede de una derivación lingüística. Los habitantes de esta región, en vez de decir c'est mois (soy yo) o c'est tois (eres tú) pronuncian algo parecido a Ch'mis y Ch'tis. A Boon, yendo de gira por el sur, le llegaron a preguntar si en el norte tienen luz en las calles. Y eso le ocurre a Philippe, un cartero que ansía un traslado a la Riviera francesa, pero que cogido en un renuncio, acaba trasladado al Norte. Su familia no se mudará hasta que él se asiente, y al norte viaja, esperando encontrarse el infierno en la tierra.

Sin embargo, como cabía esperar en una comedia, nada es lo que parece. Los habitantes son encantadores, ininteligibles con su extraño francés, pero encantadores, la comida no es tan asquerosa, y la vida pasa plácidamente hasta el punto que Philippe se plantea quedarse en la zona. Enganchona, divertida, Bienvenidos al norte tuvo tan éxito en Europa, que conoció una versión italiana: Bienvenidos al sur: todo país tiene su región a priori infernal.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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