El Lute, actúa o revienta

El pulgar hacia arriba de Eleuterio Sánchez demostró, repetidas veces, que la obra de teatro basada en su vida, la del célebre preso del franquismo, le estaba gustando. De Eleuterio Sánchez (Salamanca, 1942) conocido con el alias de El Lute, que tanto detesta, se han escrito libros –incluida la autobiografía El Lute: camina o revienta–, la famosa canción del grupo Boney M., se rodó la película protagonizada por Imanol Arias... Solo faltaba que su dura existencia, marcada por los 18 años que pasó en chirona, subiera a un escenario. Ahora la joven compañía Teatro del Barro se ha encargado de poner "esa guinda al pastel con un trabajo hecho con mucha dignidad", como describe Sánchez el estreno de Eleuterio. Historia de un hombre libre, presentada el pasado 30 de marzo en el Taller Municipal de Teatro, en Segovia.

En el montaje, El Lute, al que da vida Luis Callejo, es el hombre que salió de la cárcel de Alcalá de Henares en 1981 y que "reflexiona sobre su vida y sobre la libertad", explica este actor segoviano nacido en 1970. "Es un monólogo basado en las experiencias personales de alguien que se ha caracterizado por su fuerza de voluntad y su afán por rebelarse y, a la vez, cultivarse", cuenta Callejo, que se vio varias veces con Sánchez –"siempre desde el respeto"– para ver si autorizaba este proyecto teatral, que recalará en Madrid el 7 de junio en la sala Montacargas.

En esos encuentros en Sevilla, Callejo descubrió a "un hombre cultivado, con gran empeño en expresarse bien, tanto que a veces parecía que estaba recitando algo que hubiera leído". Para el actor, Sánchez "es un héroe de la libertad sin haberlo pretendido". "En aquellas charlas –cuenta entre risas– me recomendó para hacer mejor el papel que adelgazase, y así lo hice".

"Eleuterio es un hombre tranquilo, pero se enciende cuando recuerda el pasado", dice el actor Luis Callejo

El Lute estuvo pendiente de todo el proceso que plasmó sus vivencias en teatro: "Me tuvieron al corriente con vídeos". El exconvicto insistió en que la obra reflejase aspectos cruciales como su analfabetismo, las torturas que sufrió en los interrogatorios y el que fuera condenado a muerte tras ser juzgado por la ley de bandidaje y terrorismo en vez de por el código penal. "Es un hombre tranquilo, pero de repente se enciende cuando va al pasado y ves en sus ojos que las imágenes que está recordando son de mucho sufrimiento", subraya Callejo. Uno de esos instantes de vehemencia brota cuando Sánchez habla de su puesta en libertad hace 31 años: "Salí por un indulto particular, cuando debían haberme aplicado la ley de amnistía. Yo no quería el perdón del Gobierno, como hizo, sino la nulidad de todo el proceso". Una circunstancia trastocó sus sueños de libertad: "Yo pensaba, cuando estaba a punto de abandonar la prisión, que el día que saliera daría saltos de alegría. Pero aquella decisión hizo que me diera mucho coraje, fue casi traumático". Es en ese instante de su vida, con un Sánchez ya en la calle, sentado en un parque y entristecido, cuando arranca la obra que ha dirigido Nacho Marraco.

En Eleuterio. Historia de un hombre libre hay, además del monólogo del protagonista, cuatro escenas, dos con un carcelero y otras dos con una juez, y las notas del violonchelista Sebastián Lorca, "que ponen la banda sonora y realzan las escenas, es una música que va de la mano con la representación", agrega Callejo, que ha intervenido en películas como Princesas, de Fernando León de Aranoa y Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda.

Ya han pasado tres décadas desde que Eleuterio Sánchez dejó la trena. Hoy, jubilado, asegura que la fama nunca le ha gustado y que pasa sus días escribiendo algún artículo o entre conferencias, algunas en cárceles, aunque ir a estas no le gusta: "No me fio, creo que se va a cerrar la puerta y no voy a volver a salir", bromea.

Lo que sí le gustó mucho fue la hora y cuarto de función sobre su vida, un espectáculo del que Callejo quiere que el espectador salga con la sensación de que Eleuterio Sánchez "es un ganador, alguien que da esperanzas para vivir". Sánchez apunta: "Estos chicos han querido hacerme un homenaje, aunque a ellos les dé apuro decírmelo. Me ha emocionado la obra porque se ve que es algo auténtico, sin trampa ni cartón". El día en que El Lute acudió al estreno en Segovia sabía que su presencia podía condicionar la actuación de Callejo. Pero no ocurrió, por eso durante la representación levantó el pulgar en varias ocasiones mientras miraba al actor. Al final se le acercó y le dijo: "Quiero que sigas haciendo este papel. Pero que quede claro, yo no soy El Lute, tú eres El Lute, yo soy Eleuterio Sánchez".