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La coproducción y el trueque garantizan las grandes exposiciones

Caixaforum Barcelona y la Fundación Miró proponen importantes muestras gracias a la colaboración con otros museos y organizaciones

Una pieza de la muestra 'La escalera de la evasión' dedicada a Joan Miró en Barcelona.
Una pieza de la muestra 'La escalera de la evasión' dedicada a Joan Miró en Barcelona. JOAN SÁNCHEZ

A un lado, Jovellanos. Al otro, Voltaire. O lo que es lo mismo, Goya frente a Delacroix en la Fundación Caixaforum de Barcelona; dos importantísimas exposiciones que han sido posibles gracias al acuerdo de coproducción suscrito hace tres años entre los museos del Prado, el Louvre y el Macba con la entidad cultural de La Caixa. Con un record absoluto de visitas durante el pasado puente (14.000 personas, entrada gratuita), ambas muestras son un ejemplo de que las iniciativas tan costosas y difíciles como estas son ahora solo posibles si los museos deciden sumar sus fuerzas para mantener una oferta equiparable a la que había antes de la crisis. A menos de un kilómetro de Caixaforum, en la Fundación Miró, se clausuraba ese mismo fin de semana una de las exposiciones del año, La escalera de la evasión, una completa antológica de Joan Miró con 170 obras, coproducida con la Tate Modern y vista por 236.067 personas en Barcelona. Antes, en Londres, batió también récords de visitantes durante los seis meses que permaneció abierta al público.

La fórmula de la coproducción entre varios museos es la única viable para mantener ese tipo de exposiciones que durante los últimos años han popularizado las visitas a base de dar a conocer la obra de artistas y movimientos esenciales en el arte antiguo o contemporáneo. En la memoria de todos están las dedicadas a Picasso, Velázquez , Goya, el impresionismo o Antonio López. El relevo de ese top-ten está en marcha y está protagonizado por el resultado de trueques y colaboraciones museísticos : como los Tesoros del Hermitage en el Prado, la antológica de Miró, Alighiero Boetti (Reina Sofía y Tate Britain). Quienes no puedan subirse a este tren, tendrán que aparcar sus proyectos durante varias temporadas.

Bartomeu Marí, director del Macba, con un presupuesto que se ha reducido de 14 millones en 2008 a 11 el pasado año y la incógnita de lo que ocurrirá en unos días reconoce la parálisis a la que tiene sometido el programa. “No hemos cancelado exposiciones pero sí hemos reducido el número, son más largas y no todos los proyectos expositivos van acompañados de una publicación. Hemos mantenido la calidad pero hasta 2014 no tenemos previsto recuperar las grandes exposiciones ‘de tesis’ o las monográficas de gran presupuesto. Trabajamos más con las diferentes colecciones y el Centro de Estudios y Documentación del MACBA”.

Elisa Durán, directora general adjunta de la Caixa señala las alianzas culturales, como única manera de garantizar eficiencia y calidad. Para Durán, los acuerdos de la Obra Social “la Caixa” con el Museo del Louvre, el MACBA o el Museo del Prado son una prueba de esa búsqueda de ingenio absolutamente necesaria en estos momentos. “Los museos son espacios de encuentro, motor de desarrollo y herramientas de formación necesarios para la sociedad. Y la creación artística su ingrediente fundamental”. Fruto de esta filosofía es la fusión de las colecciones de La Caixa con la Fundación Macba y los acuerdos de colaboración con los museos Guggenheim de Bilbao, Louvre y el Prado. El acuerdo con este último supuso la aportación de 2,5 millones de euros por parte de La Caixa para financiar 4 exposiciones con fondos del Prado. La primera es la dedicada a Goya. El contenido de las tres restantes se mantienen en secreto y se mostrarán durante las tres próximas temporadas.

Dentro de la pura expresión del arte contemporáneo, Manuel Borja-Villell, director del Reina Sofía es un precursor en este tipo de acuerdos que suponen el trabajo en red. “Esta actuación del Museo en época de crisis y cambio como la que vivimos, deriva en varios beneficios: compartir gastos, aunar esfuerzos y coordinar públicos, o lo que es lo mismo, llegar con menos dinero a un público más amplio. Además, ello supone apostar por ocupar un papel protagonista en una red de intercambio de información, coproducción de actividades, fomento de la investigación conjunta y de la edición simultánea de publicaciones, lo que ofrece al mismo tiempo, la posibilidad de crear un gran archivo en red”.

La colaboración con otros centros es tan intensa que Borja Villell cree que se puede hablar de un “Reina Sofía en paralelo” a partir de las relaciones que, desde hace tres años, mantiene con y los principales museos de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica (Pompidou, la Tate, o el Moma). En España colaboran asiduamente con el CAAM de Canarias, la Fundación Oteiza o el CAC de Sevilla. Las grandes exposiciones del Reina son fruto de la colaboración en red: Locus Solus ( Museu de Arte Contemporânea de Serralves de Oporto), Lygia Pape ( Serpentine, Londres y Pinacoleca Sao Paulo), Aliguiero Boetti: (Tate Modern y MoMa), Muntadas (Gulbenkian de Lisboa y Jeu de Paume de París), René Daniels (Van Abbemuseum, Eindhoven), María Blanchard (Fundación Botín, Santander), Kusama ( Pompidou, Tate Modern, y Whitney Museum de Nueva York), Trockel: New Museum, Nueva York; Serpentine de Londres), Dalí (Pompidou), Nacho Criado ( CAC de Sevilla), Meirelles (Museo Serralves de Oporto) o Hamilton (MOCA de Los Ángeles y Tate Modern de Londres).

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