Antonio Pérez Sánchez, creador del geyperman
Lanzó los Juegos Reunidos, un clásico de los juegos de mesa
Varias generaciones de niños y algunos no tan pequeños han pasado largas horas de ocio y de divertimento gracias a la inventiva de un empresario que supo adelantarse a su tiempo y captar la psicología infantil. Geyperman, Juegos Reunidos y walkie-talkie fueron la creaciones más emblemáticas de Antonio Pérez Sánchez, un juguetero valenciano que falleció el domingo. Tenía 94 años.
Sánchez irrumpió en el mundo del juguete a través de la firma Geyper. Y en una España que empezaba a desperezarse de la crudeza de la posguerra, el emprendedor logró introducirse en los domicilios de muchos niños ideando juguetes que el tiempo ha convertido en iconos para muchas generaciones de niños. Ayer fue enterrado en el cementerio General de Valencia.
Pérez convirtió Geyperman en la referencia para quienes vivieron su infancia en los años setenta y parte de los ochenta. Muchos crecieron jugando con este muñeco, muy apreciado por sus articulaciones, su pelo, su inacabable panoplia de accesorios y sus uniformes. Creado a mediados de la década de los 70, Geyperman fue la figura de acción por excelencia hasta que a mediados de la década siguiente fueron desapareciendo del mercado. En la actualidad el muñeco es comercializado por la firma vasca Bizak.
El empresario valenciano pasará a la historia por crear Geyperman, pero durante su trayectoria profesional logró cosechar otros éxitos, incluso previos al conocido muñeco de acción. A mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado, por ejemplo, adaptó al mundo del juego un invento militar, el walkie-talkie, o ideó el Cadeko, una alternativa de plástico al tradicional Mecano metálico. Otro juego de la empresa, en este caso Juegos Reunidos Geyper, que se comercializó durante décadas sin casi cambios, también quedará en el recuerdo de muchas familias que entretuvieron con él innumerables tardes de ocio. Esta oferta se convirtió en un clásico de los juegos de mesa y en una línea de negocio que posteriormente ganó protagonismo y fue seguida por muchas otras firmas del sector juguetero.
La empresa Geyper bajó la persiana de forma definitiva a finales de la década de los ochenta y no fue hasta el año 2001 cuando la juguetera Bizak se interesó por volver a comercializar de nuevo los célebres muñecos articulados y obtuvo la licencia, que mantiene en la actualidad.
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