Billy Bob Thornton vuelve a la dirección con un drama familiar del Sur
El actor retoma la cámara con una historia sobre las relaciones entre europeos y estadounidenses del sur
El coche de Jayne Mansfield es la película más reciente de la abundante filmografía sobre el sur de Estados Unidos. El primer largometraje dirigido por Billy Bob Thornton desde 2001 contiene muchos ingredientes típicos de este subgénero sureño: entrañables criados negros, una nutrida paleta de excéntricos o chalados, un patriarca violento y un par de adolescentes sensibles. El propio guion incluye referencias a Lo que el viento se llevó o Un tranvía llamado deseo. Por lo demás, el filme de Thornton es una comedia dramática generacional ambientada en 1969, en pleno apogeo de la guerra de Vietnam y de los movimientos juveniles contestatarios en Estados Unidos.
En 1969 hay jipis incluso en Alabama. Muy a pesar del patriarca de los Caldwell, Jim (Robert Duvall), que vive en un caserón blanco que “se parece al de Lo que el viento se llevó”. El enfrentamiento entre el viejo veterano de la I Guerra Mundial y sus dos hijos de mediana edad Carroll (Kevin Bacon) y Skip (Billy Bob Thornton), “malogrados pese a sus muchas medallas”, pronto pasa a un segundo plano. Una llamada desde Inglaterra trae la noticia de que ha muerto Naomi, la esposa de Jim que lo abandonó para residir en Europa. Su segundó esposo inglés Kingsley Bedford (John Hurt) se ofrece a repatriarla para que reciba sepultura en Alabama. Con la llegada de los Bedford a la región se plantea una nueva serie de bretes entre los europeos y los estadounidenses.
Pronto redundarán en las amistades diversas que surgen entre ambas familias: la intimidad pasada con Naomi y el duelo por su muerte no es lo único que comparten los dos patriarcas. Lucharon en la misma guerra y sienten que la edad los está convirtiendo en extranjeros del mundo. Por su parte, tanto el hijo como la hija que acompañan al inglés hasta Alabama entablan relaciones con sendos Caldell. Skip, tronado por su experiencia en la II Guerra Mundial, se enamora de la inglesa.
Las dos horas de película condensan un momento decisivo en la vida de todos los Caldwell. Su catalizador es la visita de los ingleses, que se irán como habían venido.
Jayne Mansfield era una gran estrella en los cincuenta que murió en un truculento accidente de tráfico en 1967. Los protagonistas visitan su coche destrozado en una barraca de feria: Mansfield es la segunda muerta ausente de la película. La visita a su coche impulsa nuevo giro argumental al desatar las reflexiones de los dos patriarcas sobre la inminencia de sus propias muertes.
A los viejos de El coche de Jayne Mansfield les preocupa la muerte, a los adultos las relaciones familiares o afectivas y los jóvenes juegan con drogas y planean el futuro. Además de estas constantes humanas, las tres generaciones del filme están determinadas por el continuo de las diferentes guerras estadounidenses en países lejanos.
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