Akron/Family: "Improvisar es un ejercicio de gran generosidad"
La banda estadounidense de 'folk' y rock experimental presenta en España su nuevo álbum cimentado en la "búsqueda de la profundidad del sonido"
La conversación con Seth Olinsky y Miles Seaton (falta Dana Janssen, tercera pata del grupo) se fragua en el Soto, un bar del norteño distrito barcelonés de Horta. Entre el aroma a fritanga, las máquinas tragaperras y el futbolín, estos estadounidenses se sienten de los más cómodos. "¿No nos vas a preguntar sobre el nombre del grupo?", dispara pícaro Miles, un avispado bajista con barba estilo amish que se descubre como fanático del cine de Pedro Almodóvar y de las interpretaciones de Penélope Cruz. Tanto él como Seth (guitarrista de melena y barba rubias, gafas imposibles y tocado con una gorra roja con la leyenda War on Drugs) están en España para mostrar su último álbum Akron/Family II: The Cosmic Birth and Journey of Shinju TNT (Dead Oceans Records), una fiesta de armonías envolventes y psicodelia sofisticada.
Miles y Seth coinciden en alabar la "magia del directo" y conscientes del tópico que acaban de soltar, explican que para ellos actuar en vivo les permite improvisar. Y ahí radica la fórmula creativa de Akron/Family. "Improvisar es un ejercicio de gran generosidad". Seth, con semblante serio, advierte de que "es en ese contexto en el que se crea una nube mágica, ni el grupo ni el público sabe que pasará". Miles ahonda en esa idea y subraya que es así "cuando se puede seguir en la búsqueda de la profundidad del sonido", una de las obsesiones (públicamente reconocidas) la banda. Actúan dentro del ciclo de Heineken Music Selector: hoy en Barcelona (Sala KGB), mañana en Madrid (Sala El Sol) y recalarán en Vigo (La Iguana Club) el 18 de noviembre.
Seth, que no deja de recolocarse la gorra colorada, mantiene que con su música se crea "una puerta, un sitio especial" donde el espectador puede llegar a "experimentar en base a sus experiencias musicales y espirituales previas". Como si revelara una receta de alquimista, el espigado guitarrista, asegura que su objetivo son "la espontaneidad y la sorpresa".
Y de repente aterriza en la entrevista la figura de James Brown. "Él era un crack del entretenimiento, del espectáculo, pero era sobre todo un artista", razona Miles. Y no se detiene ahí, apunta que "el arte es hacer del sufrimiento y de la vida algo que se pueda transmitir". Más prosaico, el bajista censura que "la música tenga que ser algo abstracto cuando tiene que ser algo personal, que se pueda coger".
Otro elemento recurrente o paralelo a la trayectoria de los Akron/Family es la psicodelia. "Nadie se levanta un día por la mañana y dice: eh, vamos a hacer psicodelia" advierte Seth y prosigue: "A ver, venimos de mundos diferentes los tres, pero sí que hemos escuchado todos a Jimi Hendrix". Asegura que con las drogas "tienes sensaciones extra" y que esta idea de "exploración del sonido" es lo que les hace existir y reinventarse como grupo y lo que les da energía. En este sentido los miembros de Akron/Familiy aseguran que se sienten reflejados por el Ulises de James Joyce porque "la música, como la novela, está sobrepuesta en muchas capas, los límites quedan borrosos". ¿Alguna referencia? La cosa se complica porque no tienen un elemento claro. "Podemos decir que nos influencia del mismo modo Bob Dylan o la música africana", sostiene Miles.
Sobre su recurrente y obsesiva manera de hacer las cosas, el mismo Miles, sonriente, admite: "a veces los detalles hacen que uno se estanque, pero lo peor es buscar el detalle del detalle". Ciertamente lo cuidado de su producción es un sello del trabajo de Akron/Family. Además, Seth pregunta: "¿Y cuándo sabes que algo está ya acabado? Es como en los cuadros que se ven capas encima otras capas de pintura. La que queda es la que vale. Es complicado, ¿no?". Quizás sea más difícil decir tanto con tan pocas palabras. Valga el colofón de Miles: "La profundidad que buscamos en la música nace de la necesidad de crear. Es decir, tener un diálogo con la vida".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.