El 'Hércules cansado' de Boston vuelve a Turquía para reencontrarse con sus piernas
El torso de una estatua de hace 1.800 años, que estaba en un museo estadounidense, se une a su otra mitad en la ciudad de Antalya
Tras los 12 trabajos Hércules se sintió cansado. Puede que su poderoso torso y los músculos de sus brazos engañen a la vista, pero después de matar al león de Nemea, limpiar los establos de Augías en un día y capturar en los infiernos a Cerbero, hasta un semidiós termina agotado. Así lo quisieron inmortalizar en Turquía hace 1.800 años. Pero al héroe de marmol no se le permitió descansar hasta esta semana. Su torso, sacado de forma ilegal del país según las autoridades turcas, tuvo que enfrentarse a su última y más difícil prueba: volver a casa y reunirse con sus piernas.
La estatua del Hercules cansado es una de las piezas más bellas del héroe griego, a pesar de estar partida. Sus piernas se exponían junto a la fotografía del torso en la ciudad de Antalya. Mientras, el busto descansaba en el museo de Bellas Artes de Boston que lo adquirió, según su web, a través de un tratante de arte en Fráncfort.
El 27 de julio Berlín mandó una esfinge hitita descubierta en 1915 en unas excavaciones en la ciudad de Hattusa
No fue hasta 1981 cuando las autoridades turcas conocieron la existencia de la otra mitad. Un año antes, la arqueóloga Jale Inan había encontrado la parte inferior en las ruinas de Perge, una ciudad romana al sur de la actual Antalya. Convencida de la existencia del resto, no paró hasta que en 1992 las escayolas de ambas mitades se reunieron para demostrar que coincidían perfectamente. Los responsables del museo bostoniano decidieron el mes pasado llegar a un acuerdo con los turcos y enviar medio héroe de vuelta a casa tras dos décadas de litigio.
Jale Inan, falleció en 2001 sin conocer el desenlace. Pero seguramente le habría gustado saber que el semidiós volvió escoltado por el propio primer ministro turco. Fue Recep Tayip Erdogan en persona quien se encargó de acomodar a la mitad del héroe en su avión oficial, tras su discurso en la ONU a finales del mes pasado. Por fin en casa, la cabeza y el torso se reunieron este fin de semana con sus piernas, la hoja de parra y la maza en la que se apoya y que le valió el sobrenombre de "cansado".
Recuperadas 4.519 piezas desde 1998
Desde 1998, Turquía ha recuperado 4.519 piezas de museos y galerías privadas en todo el mundo. El tráfico de antigüedades es una de las lacras a las que se enfrenta un país por donde han pasado muchas civilizaciones y en cuyo suelo descansan más ruinas griegas que en la propia Grecia. Según las autoridades, el 96% de este tráfico nunca es detectado por falta de infraestructura y por el ingente volumen de restos que cada año los campesinos descubren y venden por un puñado de dólares o simplemente destruyen.
Otra de las razones que la Oficina de lucha contra el contrabando y la delincuencia organizada (KOM) de Turquía cita son las insuficientes medidas de seguridad en los museos. Asimismo, apunta que el país carece de un inventario claro de los objetos históricos dentro de su territorio y de los que ya han sido sustraídos, en su mayoría piezas de artesanía y monedas. Sin embargo no todas las piezas salen por la puerta de atrás. Otras lo hicieron con el visto bueno de las autoridades de la época. La más famosa es el Altar de Pérgamo, transportado pieza a pieza y reconstruido en Berlin donde ahora se expone. Sin embargo, Turquía no puede reclamar el altar a las autoridades del museo de Pérgamo ya que fue vendido por el sultán Abdülhamid II en 1879 por 20.000 marcos de oro.
Otras piezas de ese museo sí han sido devueltas a Turquía. El pasado 27 de julio Berlín mandó una esfinge hitita descubierta en 1915 durante unas excavaciones en la ciudad de Hattusa, en Anatolia, y llevada a Alemania para una restauración. Y allí se quedó hasta que, tras un largo conflicto diplomático, el Gobierno turco amenazó con anular los permisos de excavación a los arqueólogos alemanes.
Pero el museo de Pérgamo no es el único que mantiene una batalla legal con las autoridades turcas. El Louvre de París tiene abierto un contencioso por una cerámica otomana conocida como Los Azulejos de Iznik, que viajó hasta Francia en 1883 para ser restaurada y nunca fue devuelta.
El Hércules cansado es uno de los mayores éxitos de la diplomacia turca tras la devolución de los tesoros lidios de Usak en 1993. Al héroe griego, tras reponer fuerzas, le espera una nueva aventura por Estados Unidos a donde ha prometido regresar para presentar su otra mitad.
Babelia
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