Se buscan payasos, actores y acróbatas. Razón: El Circo del Sol

El Circo del Sol busca: clowns, actores físicos, mimos contemporáneos y artistas callejeros para incorporarse a uno de sus 22 espectáculos. La compañía canadiense está, hoy y mañana, seleccionando nuevos talentos en el Circo Price de Madrid para reemplazar a algunos de los 1.200 artistas de este circo contemporáneo que salen a escena cada noche o para incorporarlos a sus próximas creaciones.

Yves Sheriff forma parte de la docena de cazatalentos del Circo del Sol. Esta mañana observaba y tomaba notas mientras la veintena de actores preseleccionados presentaban sus escenas cómicas: un barrendero que se convierte en un improvisado Julio Iglesias con una escoba y un cepillo, un hombre con camiseta de rayas que simula un striptease o un chico de riguroso negro que se enreda irremediablemente en una hamaca plegable.

Nervios muchos, vergüenzas ninguna. Cristi Garbo lleva 20 años en el mundo del teatro. Asegura que la audición de hoy es una oportunidad de trabajo con un nivel muy alto de calidad y de estabilidad laboral. "Después de muchos años de ir por libre, me apetece formar parte de una familia". Sergio Cardoso también coincide en la irregularidad del trabajo y añade que ser payaso en España está "mal visto y mal pagado" a pesar de que los estudios de un artista cuestan "una fortuna".

El proceso para formar parte de alguno de los espectáculos es una carrera de fondo. Sheriff explica que de la veintena de personas que forman parte de la preselección la compañía solo incluye al 20% -unos cinco perfiles- en las 125.000 fichas que conforman el banco de artistas del Circo del Sol. Solo entre uno y tres de estos pasarán el filtro final de los directores creativos en Montreal para incorporarse a alguno de los espectáculos. "No hay un contrato o una llamada al final del día. La relación entre un artista y la compañía puede surgir en cualquier momento", añade el cazatalentos.

¿Qué tiene que tener un artista? Presencia en el escenario, proyección y precisión. Aunque hay una parte muy subjetiva Yves Sheriff afirma que además de descubrir el talento tienen que tener en cuenta con el artista encaje en el papel que va a tener que desempeñar porque la experiencia demuestra que lo peor "es forzar un rol". La selección también tiene una parte mucho más funcional como la salud porque el actor, el acróbata o el clown sale a escena 300 veces al año.

Juan Carlos Muñoz ha pasado la fase de esta mañana. Tiene 28 años y lleva desde los 14 en el circo como payaso y actor gestual. Considera que es muy difícil encontrar a un clown profesional porque la mayoría "son cómicos que juegan a ser payasos". La diferencia con un cómico es que el actor simula las emociones mientras que el clown las vive. "El payaso de verdad sigue un proceso que consiste en volver a ser un niño y hay que ser muy adulto para volver a la infancia", concluye.