Gucci se hace museo en Florencia
La casa de moda presenta el espacio que albergará valiosas piezas de su archivo
El dios Neptuno protege una nueva reliquia en la Piazza della Signoria, de Florencia. La casa de moda Gucci inaugura hoy lunes -para unos cuantos privilegiados- su museo en la ciudad a la que hace 90 años su creador, Guccio Gucci, trajo los fastuosos bolsos y maletas que portaban los huéspedes de los hoteles parisienses y londinenses en los que, a principios del siglo pasado desempeñó, entre otras, labores de botones. "Es nuestra manera de devolver a Florencia una joya: el archivo Gucci", explica Frida Giannini, diseñadora de la firma, en su despacho del histórico Palazzo della Mercanzia, pegado al Palazzo Vechio, actual ayuntamiento de Florencia.
Hace tres años Giannini y su equipo de diseño tuvieron que abandonar este palacio de tres plantas, repartidas en 1.715 metros cuadrados, para trasladarse a Roma. "En aquel momento dejé de ver este edificio como mi oficina. Empecé a valorarlo desde una perspectiva más artística e histórica", cuenta. "Mi primera decisión fue trasladar el archivo Gucci de Milán a Florencia. Lo ubicamos en el sótano y fue entonces cuando surgió la idea del museo". Dos años de reuniones semanales con un equipo formado por diseñadores, arquitectos y personas relacionadas con la casa de moda han desembocado en un proyecto que "trata de narrar la historia Gucci", en palabras de la diseñadora.
Las vitrinas que pueblan las salas temáticas recorren cronológicamente la historia de la firma
La primera y segunda planta del museo albergarán una exposición permanente con piezas extraídas del archivo histórico de Gucci, que se ha conservado a lo largo de los años. Las vitrinas que pueblan las salas temáticas recorren cronológicamente la historia de Gucci. "Nuestra filosofía Forever Now está representada en un bolso de piel de cebra enorme que está en la sala de Viaje, o en los bolsos bambú del espacio Logomania. Es un diálogo constante entre el presente y el pasado", indica Giannini. Muestra de ello son los detalles en los complementos y las joyas inspiradas en los tigres, uno de los motivos de la colección que Gucci presentó hace unos días en la semana de la moda de Milán.
Tesoros ocultos
"Hemos abierto al público nuestros tesoros ocultos por primera vez", dice la diseñadora, maestra en el archivo histórico de Gucci desde que hace nueve años comenzara su andadura en esta casa. El sótano privado alberga la cámara en la que se encuentra la enorme colección de ready-to-wear, complementos, objetos, documentos y fotografías, catalogada y conservada con el fin de documentar el patrimonio de la firma.
El museo Gucci ha reservado la planta baja para las exposiciones temporales. Un espacio gestionado en colaboración con la Fundación François Pinault, presidente del conglomerado PPR, del que forma parte Gucci, y uno de los coleccionistas de arte contemporáneo más importantes del mundo. El primero en inaugurar este espacio ha sido el artista Bill Viola, "su amor y pasión por el arte, lo hipnótico de su instalación, encajan con la filosofía de la firma", explica Giannini mientras retumban en su oficina los ecos de la muestra Going forth by day, basada en El libro de los muertos de Egipto.
"Refleja el viaje del nacimiento a la muerte", cuenta Bill Viola en la cafetería del museo Gucci, junto a la librería que el centro gestiona en colaboración con el grupo Rizzoli. El artista, imbuido por la religión budista, representa la rueda de la vida en diversas proyecciones que inundan con sus luces, imágenes y sonidos este espacio abovedado dedicado al arte contemporáneo, "sin pretensión de ser el MoMA", aclara.
El museo Gucci se inaugurará esta tarde con una cena a la que asistirán personajes famosos del arte, el cine y la moda de Italia; las editoras de las principales cabeceras de moda del mundo como Anna Wintour; y demás celebridades como Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco. El centro se abrirá al público el 28 de septiembre y la entrada costará seis euros, de los cuales el 50% se destinará a un fondo para la conservación y la restauración de los tesoros artísticos más emblemáticos de Florencia.
Babelia
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